Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Si había un poco de egoísmo en él, después lo veremos. Ya se marchaba, cuando Pascuala salió de la cocina asustada, y dijo: ¡El amo! No abras dijo Clara temerosa. Espera: escóndase usted. Pero Elías, que tenía llave, no necesitaba que le abrieran para entrar. No importa dijo el militar, que trataba de serenar á Clara. Coletilla abrió y entró. Venía cabizbajo y abstraído.
Coletilla se despedía ya después de haber saludado á las damas. No venía sino á ratificar un tratado que últimamente ajustó con Paz. Ya sabemos que las señoras tenían el segundo piso de la casa simplemente ocupado con los muebles de familia de que no habían querido deshacerse. Este piso era muy pequeño y abuhardillado, comunicándose con el principal por una escalera interior.
Bien: ya me lo dijo usted el otro día, respondió Coletilla dirigiendo miradas recelosas á Clara y á Pascuala. ¿Y no me manda usted nada? Nada más sino que me deje usted en paz. ¿No va usted á la procesión? Está muy lucida. No estoy para procesiones. ¿Le gusta á usted saber lo que pasa en las casas de los realistas? añadió el anciano con el acento amargo y receloso propio de su carácter.
¡Menistros! gritó el matutero enarbolando su vara. Ciudadanos, ¡viva el Rey absoluto, viva Coletilla! Vamos á jaserle comunero de la gran comuniá dijo el matutero. Primera prueba. ¡Que salte! ¡Que salte! ¡Que salte! Y uno de ellos tomó de la mano á Elías como para hacerle saltar, mientras otro, empujándole con violencia, le hizo caer al suelo.
¿Las encontraste? le preguntó la sobrina de Coletilla con curiosidad y cierto temor. Sí contestó él sonriendo al recordar la escena de las monedas, que refirió después sin omitir el extraño incidente de doña Paulita. Oyó Clara con mucho interés este último punto, y después dijo con tristeza: Ya lo sabía. ¿Cómo? ¿Ella te ha dicho algo? No; pero lo he conocido, me lo habla figurado.
¿Pues no ha dicho que te perdona las faltas que has cometido? ¡Qué virtud! ¡Qué heroísmo cristiano! exclamó Elías. ¿No te anonadas? Pero, hombre, levántate: ¿qué haces ahí de rodillas? El joven se levantó, mientras Paz ponía fin á esta vehemente y conmovedora escena, diciendo fríamente y con desdén: "Vámonos". Prepárate á acompañar á estas señoras dijo Coletilla.
¡Usías son tan buenas!... son las únicas personas que pueden ofrecer algún consuelo entre las borrascas del día dijo Coletilla con voz menos áspera que de ordinario, pues sólo era afable tratándose de las Porreñas. Usías le harán comprender lo que han sido y lo que son todavía, porque aunque esto se ha desquiciado, aún quedan personas de aquel tiempo tan grandes y nobles como entonces.
Paz con asombro, Salomé con asombro, todos con asombro, y él mismo llegó á creer que era un fantasma evocado, el temeroso espectro del sobrino de Coletilla. Salomé le indicó una silla con el dedo en que tenía las sortijas, y Paz le dijo con el registro de voz más desdeñoso y augusto: Siéntese usted, caballerito.
Coletilla había salido diciendo que no volvería hasta dentro de tres días, por tener que ocuparse fuera de cierto asunto; y ellas estaban comentando esta rara determinación, cuando aconteció un suceso que dió por resultado la expulsión definitiva de la huérfana. #El bonete del Nuncio.# La sastrería clerical fué industria muy socorrida y floreciente en el siglo pasado.
Aquel día vino á darles la respuesta definitiva: sobre el precio no hubo disputas. Cuando Coletilla se marchó el abate se preparó á tomar la palabra: hizo mil muecas, sacando á la superficie de su cara todo su repertorio de sonrisas. No seremos indiscretos en decir, anticipándonos á la declaración expresa del mismo don Gil, que iba á invitar á las tres damas para una fiesta religiosa.
Palabra del Dia
Otros Mirando