Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de junio de 2025


El dia 13, á dos leguas, pasaron un cerro algo alto; dos leguas mas adelante un arroyo de poca agua. Desde cerca de este arroyo escaseaba mucho el pasto y leña que hasta aquí era abundante: tres ó cuatro leguas mas adelante hicieron noche junto á un charco. Caminaron como siete leguas.

Aturdido por tal descubrimiento, cerró los ojos para condensar sus sentidos y poder apreciar lo que le rodeaba sin absurdos fantasmagóricos. El hecho de que el sol se convirtiese de pronto en una lámpara eléctrica le hizo sospechar que estaba dormido ó que el descenso al abismo oceánico había perturbado sus facultades mentales. Volvió á abrir los ojos, limitándose á mirar enfrente de él.

Y efectivamente, Amaury pronunció estas palabras con tal acento de pasión, que Magdalena sintió estremecerse todo su cuerpo. ¡También yo dijo, apoyando la frente en el hombro de su novio, también yo te amo! Amaury cerró un momento los ojos, sintiéndose desfallecer, ebrio de dicha. ¡Dios mío! dijo.

Y yo he visto el cerro quemado y las piedras dél, y la quemadura es de más de un cuarto de legua; y viendo esta admiracion, llamé en este pueblo de Chaca los indios é principales más ancianos, é preguntéles qué hobiese sido aquello de aquel cerro quemado, y ellos me dijeron esto que habeis oido.

Se labró segun unos el año 1517 en el sitio de la antigua puerta de Jerusalen, que cerró el cabildo dicho año cuando hizo la estantería para colocar la numerosa librería que le habia legado el obispo D. Martin Fernandez de Angulo. Segun otros no se fundó hasta el año de 1578, en que se mudó la librería al lugar que hoy ocupa en los cuartos altos.

Diógenes cerró los ojos, sosegado y tranquilo, como el niño que se duerme a la vista de su madre... Al cabo de un gran rato, dijo: María..., no me acuerdo del Credo... ¿Cómo era aquello?... «Subió a los cielos y está sentado...» ¿Dónde está sentado?... «A la diestra de Dios Padre» dijo sonriendo la marquesa.

Después que Mabel me permitió fumar un cigarrillo y le dijo a Gibbons que deseaba que nadie la viniese a molestar durante una hora o más, se levantó y cerró con llave la puerta, para que pudiéramos emprender el trabajo de investigación sin que sufriéramos interrupción alguna.

Luego, como si el esfuerzo empleado en mostrar su herida y en decir aquellas pocas palabras fuera excesivo para su naturaleza debilitada, cerró los ojos y quedó sin habla ni movimiento por algún tiempo. «¡Oh!, esto parece grave dijo D. Alonso con desaliento. ¡Y más que grave!», añadió un cirujano que había acudido a examinarle.

El P. Jacinto, acostumbrado al espectáculo de la muerte y familiarizado con ella, cerró piadosamente los ojos y la boca de la difunta, que se habían quedado abiertos; puso sus manos en cruz, y la extendió en el lecho.

Don Fermín corrió a la puerta, la cerró por dentro, y volviéndose rápido y con ademán descompuesto, gritó, sujetando con fuerza el brazo de la criada: ¡Déjate de disimulos, habla o te arranco yo las palabras! Petra le miró cara a cara, fingiendo humildad y miedo; «quería ver el gesto que ponía aquel canónigo al saber que la señorona se la pegaba».

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando