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Actualizado: 17 de junio de 2025


Todas las personas más o menos piadosas y amantes de nuestras tradiciones católicas, todo el que detestaba la persecución que la Iglesia padecía y ansiaba el reinado de Jesús en la tierra por mediación de sus ministros, estaba pendiente de tal guerra formidable donde se debatían, no sólo los derechos más o menos respetables de un pretendiente al trono, sino también los más caros y augustos intereses de la religión.

Crecía la devoción al culto, sobre todo al de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y mucha gente piadosa iba en peregrinación al santuario de Lourdes, contando de regreso a sus amigos las buenas disposiciones y la sólida organización que tenían las huestes católicas en las provincias vascas.

La segunda, monja de un convento de Méjico, escribió una serie de loas alegóricas, y un auto sacramental, titulado El divino Narciso . Convenimos con Bouterwek, que lo menciona, en que es bello y novelesco; pero no estamos de acuerdo con su aserto de que aventaja á las obras de la misma clase de Lope de Vega, ni de que esa atrevida personificación de ideas católicas religiosas en mitos griegos no había sido conocida en España, porque bajo este aspecto no supera en nada á otras innumerables obras de la misma índole.

De esas ciudades las tres primeras y la cuarta y octava son reformadas, y en ellas se encuentra: actividad industrial y comercial, culto por las artes, gran desarrollo de la instruccion, evidente liberalismo en las instituciones, pulcritud, esmero por las cosas públicas, costumbres apreciables y progresistas y solicitud en favor de la beneficencia, Al contrario, en las demas de las ciudades mencionadas, que son católicas y han mantenido numerosos institutos monásticos, todo concurre á manifestar una evidente inferioridad relativa, tendencias al quietismo, la incuria, la rutina y el desaseo.

Continuaban en la catedral las oraciones y plegarias por los felices sucesos de las armas católicas. Fué año de grandes calamidades: ganó el rey de Francia á Perpiñan y otras plazas en el Rosellon y Cataluña, y el Brasil y las Islas Terceras se entregaron á los portugueses.

Muchas circunstancias históricas, utilizadas en este drama, se refieren en el libro popular, que se titula Historia de la pérdida y restauración de España por Don Pelayo y D. García Jiménez de Aragón, que probablemente hubo de servir á Calderón para escribirlo; pero el poeta ha aprovechado, además, diversos romances populares y tradiciones católicas.

Las voces frenéticas de los monjes, en los coros obscuros, ahogaban en la memoria hasta el último eco del canto de los almuédanos. La cera y el aceite ardían de continuo. Los antiguos alminares lloraban con campanas católicas su remordimiento. Un ensueño de otra vida, un ansia de salvación eterna brillaba en la pupila febriciente de los hidalgos, vestidos casi todos de negro.

No sabía lo que le pasaba. ¡Ellas tomaban por asalto el presbiterio, eran católicas! ¡Le traían dos mil francos; le ofrecían mil francos mensuales! y querían comer con él; ¡ah! ¡esto era el colmo! el terror lo paralizaba al pensar que tendría que hacer los honores de la pata de carnero y la crema a esas dos americanas locamente ricas que debían alimentarse de cosas extraordinarias, fantásticas, inusitadas, y sólo murmuraba: ¡A comer... a comer! ¿queríais quedaros a comer aquí?

Cuando los muchachos que recibían el préstamo no se pegaban un tiro y sus padres se veían amenazados por la deshonra, el señor de Cupón transigía el asunto, viniendo siempre a quedaren sus garras el sesenta por ciento al año. Fue diputado de una mayoría conservadora, y contribuyó poderosamente a varias peregrinaciones católicas.

Iba siempre con los bolsillos repletos de hojitas impresas que contenían oraciones, de pequeñas estampas y de periódicos de religiosa procacidad que le entregaban las asociaciones católicas para que los repartiese. Maltrana le había tropezado un amanecer cerca de la plaza de la Cebada peleándose de palabra con un carretero porque arreaba sus bestias con acompañamiento de tremendas blasfemias.

Palabra del Dia

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