Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de julio de 2025
Don Pablo el viejo reía haciéndole relatar sus fugas por la montaña, unas veces de guerrillero y otras de contrabandista, siempre perseguido por los carabineros. Los hijos del amo jugaban con él, prefiriendo sus marrullerías y chistes de hombre de campo, al gesto hosco de la aya inglesa que cuidaba de ellos.
La noche le envolvía con todas las asechanzas de una selva virgen, mientras brillaba ante sus ojos una gran ciudad coronada de diamantes eléctricos, esparciendo en la negrura del espacio un halo de incendio. Tres veces pasó junto á los carabineros solitarios, pero no quiso hablarles. «¡Adelante!
Pensar esta bobada y clavar Nieves los ojos en el cartapacio que él llevaba entre manos, y hasta preguntarle enseguida con ellos si las traía, fue todo uno. El mozo se halló con aquel tiro tan inesperado, como contrabandista cobarde delante de los carabineros. Sin detenerse apenas a saludar como debía, desató el fardo y entregó el contenido con las manos trémulas, pero resuelto a todo.
Pronto se acostumbró la madre de Amparo a su nueva vecindad: tenía la cama próxima a la ventana, y nadie pasaba por allí sin detenerse a conversar un rato.... Las pescaderas le referían sus lances, y la tullida compraba desde su lecho sardinas, pedía agua, oía chismes sin número, forjándose en cierto modo la ilusión de que tomaba el aire libre.... Por lo que hace a Amparo, fue presto la reina del barrio: reíanse los marineros, abierta la boca de oreja a oreja, dilatando sus anchos semblantes de tritones, cuando la veían pasar; los carabineros del Resguardo le echaban flores.... Casi todos manifestaron sentimiento al saber que «andaba» con un oficial, un señorito de allá del barrio de Abajo.
La sangre de Julita corrió en abundancia; los gritos se oyeron en media legua a la redonda. Acudió la servidumbre, y el portero, y los vecinos, y los guardias municipales de la calle, y el médico de la casa de socorro, y la guardia del Principal, fuerza de artillería y carabineros, y lo que es aún más espantable que todo esto... acudió la brigadiera.
Rosita entonces, se detuvo un momento para separar las hojas espesas y barnizadas de los áloes, se abrió paso a través de la maleza, se arrastró hasta el lado del maldito, lanzó un grito terrible, y cayó... muerta... El renegado está ahí; cercad ese lugar y rechazad al pueblo. Ríndete, perro, porque veinte carabinas te están apuntando exclamó el comandante de los carabineros.
Bolívar pasó en seguida el Arauca con un regimiento de caballeria de guias del Apure, un escuadron de carabineros y dos de lanceros del Alto Llano de Carácas, los batallones Rifles, Albion, Barcelona y Bravos de Paez á las órdenes de Anzuátegui.
Yo sí: habrá alguna exageración, pero la paliza debe de haber sido buena. Otra vez me tocará a mí alegrarme. Has podido regocijarte hace poco con el fusilamiento de los carabineros. ¡Hasta chicos de diez y seis años! Cosas de la guerra. No. Salvajadas del fanatismo. A eso dan lugar los enemigos de la fe, los que escarnecen la religión. ¡Ya salió a plaza la religión de nuestros mayores!
Casi oculto el caserío entre la vegetacion de las cercanías, no se distingue sino como una sombra vaga; pero se reconoce dónde está situado. Despues se penetra al seno del golfo, en el puerto del Grao; detestable de suyo, pero artificialmente mejorado en lo posible. Llegó el momento de tocar con la aduana y los carabineros, esos cuervos marinos del comercio.
Y los carabineros, excelentes muchachos que viven entre nosotros y son casi de la familia, hacíanse á un lado, comprendiendo la situación y no queriendo perder á unos pobres. ¡Á tierra, muchachos! gritaba nuestro patrón. Vamos á embarrancar. Lo que importa es poner en salvo fardos y personas. El Socarrao ya sabrá salir de este mal paso.
Palabra del Dia
Otros Mirando