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Actualizado: 3 de junio de 2025


El hombre cojo, el niño, la placentera unión de los tres, los cuartos sacados del bolsillo, los saltos del chico cuando se estaba haciendo el trato con la vendedora, las castañas, el pañuelo, las manos que tenían el pañuelo.... En vista de las insolentes burlas del destino, juró no volver a pasar por allí.

Al principio, las figuras groseras y mal pergeñadas representaron escenas de la vida privada, murmuraraciones de vecinos; pero después la sátira se remontó, metiéndose de rondón en la política, y las fallas se convirtieron en burlas al gobierno y caricaturas de la autoridad. Las niñas de doña: Manuela despreciaban la fiesta que se preparaba.

Para dar una prueba de lo exactamente que se ajusta, á veces, el francés al español, elegimos las palabras, que, en son de burlas, dirige el asendereado Don Lucas á los dos amantes, expresando al mismo tiempo su cólera: ROJAS. Pues dadla la mano al punto, Que en esto me he de vengar; Ella muy pobre, vos pobre, No tendréis hora de paz.

¡Ordinario, vulgarote! vociferó ella. Y mientras el atorrante bajaba las escaleras, saltando los peldaños de cuatro en cuatro, Angelita, echada sobre la barandilla, le hacía pitos, diciendo de burlas: ¡Adiós, tío Agapo! Arrojóle un salivazo, tan certero, que le cayó en la mano. ¡Puerca! ¡víbora! refunfuñó el filósofo. Pero, mamá decía Susana, ¿por qué le tratas de ese modo?

Sin duda la crítica de Signorelli es, en lo general, la estrecha de su tiempo y de su nación, pero, á pesar de esto, ha estimado y realzado algunas bellezas de los dramáticos españoles, y por ningún concepto merece las burlas y desprecios de la Huerta.

Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de , determiné de todo en todo dejalle, y como lo traía pensado y lo tenía en voluntad, con este postrer juego que me hizo afirmélo más.

De aquí la envidia que le tenían los otros novicios y especialmente los franceses. Tratábanle con desdén, le hacían mil burlas y hasta le dirigían improperios, que él sufría con resignación evangélica. Por esto le llamaban Plácido. En aquella ocasión la envidia de los otros novicios había llegado a su colmo. Plácido acababa de alcanzar brillante triunfo.

Calle, abuela respondió Preciosa , y sepa que todas las cosas que me oye son nonada y son de burlas, para las muchas que de más veras me quedan en el pecho. Todo cuanto Preciosa decía, y toda la discreción que mostraba, era añadir leña al fuego que ardía en el pecho del caballero.

Cuando se presiente un terremoto, hay que huir de los grandes edificios, así como en los días de tormenta no debe guarecerse uno bajo los grandes árboles; son los puntos más expuestos, señor Rocchio, ¿estamos? Al italiano se le secó la garganta otra vez; don Raimundo movía la nariz, con una expresión tan singular en su grotesca fisonomía, que no se sabía si hablaba de burlas o de veras.

Aquí tenía a mi antigua nodriza para ayudarme a cuidarle, y además... ¿Creías que yo atravesaría todos los días a nado este brazo de mar, como atravesaba el Helesponto el bello Leandro? Te burlas, pero el respirar el mismo aire que , era también la dicha...

Palabra del Dia

rigoleto

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