Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
A los acordes de éste la gente empezó a reunirse en el corredor donde se hizo una tertulia en que el piano alternaba con la guitarra, mientras Melchor atendía a todos, como dueño de casa, haciendo servir algunas botellas de sidra espumante. Llegó luego la hora de las carreras que debían empezar por la del premio ofrecido por Lorenzo y en la que tomarían parte cinco caballos.
Por encima de las botellas, por encima del estante, por encima de los hombros del amo, se veía saltar un gato enorme, que pasaba la mayor parte del día acurrucado en un rincón, durmiendo el sueño de la felicidad y de la hartura. Era un gato prudente, que jamás interrumpía la discusión, ni se permitía maullar ni derribar ninguna botella en los momentos críticos. Este gato se llamaba Robespierre.
La última botella de agua de Vichy se me ha concluído ayer. La superiora me dice que no ha recibido dinero de mi hijo, para comprar más botellas. Me explico el olvido, porque mi hijo me decía en una de sus últimas cartas que iba a Madrid, a predicar en la Capilla real; fíjese usted bien, en la Capilla real, nada menos. No tendría cabeza para pensar en otra cosa; es explicable.
En la parte baja de la Ribera pululaban los golfos ofreciendo «las buenas botellas modernistas de cristal tallado... a real». Unas mujeres atraían en torno de ellas gran aglomeración de gentes de su sexo, ofreciendo «las magníficas medias escocesas de hilo... a tres reales el par». Maltrana se introdujo en el corro femenil, llevando del brazo a Feli.
No faltó el vino, un par de botellas, obsequio del doctor Sarmiento, escondidas dos o tres años en el fondo de una cómoda. Reiamos, charlamos, recordaron los viejos sus buenos tiempos, hablamos los jóvenes de nuestra dicha, y la velada se pasó del modo más alegre.
Venga usted, señora... Hágame caso, hija mía. Al llegar á la cubierta, la fué guiando hacia sus dominios. Freya se sentó en la cocina, sin saber con certeza dónde estaba. Vió á través de sus lágrimas á este viejo obeso, de una bondad sacerdotal, yendo de un lado á otro para reunir botellas y mezclar líquidos, agitando una cuchara en un vaso con alegre retintín.
Hay teatro allí, y lecherías, y una casa de anchos comedores, y criados de chaqueta negra, que pasan con las botellas de vino en cestos a la hora de comer, cuando los pájaros cantan en los árboles.
Después de estas breves explicaciones, los convidados, que no perdían de vista al principal objeto de la reunión, procedieron á destapar algunas de las botellas y sentándose alrededor de la lumbre, empezó á andar el vino á la ronda.
Sólo podía dormir bien cuando se imaginaba haber realizado en el día un buen negocio. Compraba en las subastas miles de botellas procedentes de quiebras. Y él, que apenas bebía, abarrotaba sus cuevas, recomendando á la familia que emplease el champañ como vino ordinario. La ruina de un peletero le hizo adquirir catorce mil francos de pieles que representaban un valor de noventa mil.
¡Ah, calavera hipócrita! prosiguió Isidro . Cuando estemos en Buenos Aires iré un día a su establecimiento de la calle de Alsina, para decirle a la señora de Manzanares quién es su marido... Así lo haré, a menos que no me soborne con un par de botellas de champán. Una oleada verdosa se extendió por el rostro del comerciante.
Palabra del Dia
Otros Mirando