Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de octubre de 2025
Comprendo que los pobres no puedan comer.... Chica, si empiezas así vas a llevar a casa medio Mercado.... Eso son bellotas, ¿verdad? Comida de ricos; quien puede gasta. Eso sólo lo compra la gente de dinero. ¿Que tú no compras? dijo doña Manuela sonriendo, a pesar de que no ocultaba el efecto que le producían las palabras de su hermano. ¿Quién...? ¿yo...? ¡Bueno va! A mí nadie me estafa.
Pésame, cuanto pesarme puede, que este año no se han cogido bellotas en este pueblo; con todo eso, envío a vuesa alteza hasta medio celemín, que una a una las fui yo a coger y a escoger al monte, y no las hallé más mayores; yo quisiera que fueran como huevos de avestruz.
Josefina, que en materia de vestir era radical, llevaba la moda nueva en todo su rigor, con túnica de seda negra adornada de bellotas de pasamanería, cayendo sobre redonda falda de glasé azul. Un velo de rejilla formaba a su rostro la misteriosa aureola de un confesionario, y los cuernos de su peinado bajaban con gracia y simetría hacia la nariz.
Y diciendo esto, de un pañuelo que cogido por las cuatro puntas traía, sacó sucesivamente varios pedazos de turrón y algunos puñados de cascajo, castañas, nueces, avellanas y bellotas. Al poner sobre la cómoda la última porción de tan variados bastimentos, lanzó de su pecho un suspiro enorme. «¿Todo eso has traído? preguntó Mariano . ¿Y el pavo? Yo quiero pavo.
Algunas aristócratas del comercio pregonaban a gañote tendido «agua y azucarillos, bellotas como castañas, chufas, cacahuetes», y algunos otros artículos de entretenimiento, para los estómagos desocupados.
Sancho, asimesmo, callaba y comía bellotas, y visitaba muy a menudo el segundo zaque, que, porque se enfriase el vino, le tenían colgado de un alcornoque.
Sí, sí; pero en el orden moral... El ciprés es un árbol triste, melancólico; sugiere ideas de muerte, de tumbas, de soledad; evoca el sentimiento del vacío y de la nada. Oye, Inesita: mucho más aún que en lo externo, se parecen esos jóvenes en lo moral a los cipreses. Verás... El ciprés no produce nada, ni siquiera bellotas, que es el fruto de los árboles más humildes en la jerarquía vegetal.
Sería un sacrilegio nefando. ¿Cómo entregar tanto tesoro a quien sería incapaz de comprenderlo y de saber lo que vale? En mi sentir, sería locura semejante a la de echar ramilletes de flores, en vez de paja y cebada, en el pesebre del mulo, o la de derramar perlas en la pocilga del marrano en vez de un celemín de bellotas.
Al llegar aquí no pude ya contener mi gozo por más tiempo, y arrojándome en los brazos de mi recomendado: Venga usted acá, mancebo generoso exclamé todo alborozado; venga usted acá, flor y nata de la andante comiquería: usted ha nacido en este siglo de hierro de nuestra gloria dramática para renovar aquel siglo de oro, en que sólo comían los hombres bellotas y pacían a su libertad por los bosques, sin la distinción del tuyo y del mío.
Quitóle el cura los corales del cuello, y mirólos y remirólos, y, certificándose que eran finos, tornó a admirarse de nuevo, y dijo: -Por el hábito que tengo, que no sé qué me diga ni qué me piense de estas cartas y destos presentes: por una parte, veo y toco la fineza de estos corales, y por otra, leo que una duquesa envía a pedir dos docenas de bellotas.
Palabra del Dia
Otros Mirando