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Actualizado: 10 de junio de 2025
La marquesa de Ujo vestía de turca y le sentaba tan bien, que, según Alcántara, apetecía soltarle un tiro. Su languidez era tanta aquella noche, que apenas tenía fuerzas para articular las palabras. A cada paso el ilustre general se veía en la necesidad de ayudarla en tan ímproba tarea.
Durante largos cinco minutos permaneció dominada por la emoción y sin poder articular una palabra. Al fin, en una voz baja, enronquecida, dijo: No sé lo que pensará usted de mí, señor Greenwood. Estoy avergonzada de mí misma, y de la manera cómo lo he engañado. Mi única disculpa puede concentrarse en estas dos palabras: era imperativo.
Esta apreciacion se aplica á la mayor parte de los padecimientos crónicos que corresponden al arsénico: la fisonomía espresa un profundo padecimiento. Es de observacion que la ciática se agrava despues de comer y que el dolor es quemante. El reumatismo articular crónico tiene hinchazones y está acompañado de una discrasia serosa ó anémica.
Mirósela y vio que todavía sangraba del golpe, pero entre sus dedos lucía una hoja de acero. No pudo recordar cuándo ni cómo vino a su poder. La persona que le sujetaba por la mano, era el señor Morfeo, que arrastró al maestro hacia la puerta, pero éste se resistía y se esforzó en articular el nombre de «Melisa», tan bien como lo permitía su boca contraída y convulsa.
Si antes me lo hubiese usted dicho, antes hubiese yo venido aquí con el señor, que es un médico de los pocos, y que en un dos por tres se la va a usted a poner buena. Pedro Santaló se levantó bruscamente, se adelantó hacia Stein; quiso hablarle; pero de tal suerte estaba conmovido, que no pudo articular palabra y se cubrió el rostro con las manos.
Huid, Zadig, que yo os lo mando en nombre de nuestro amor, y de mis cintas pajizas. No era culpada, pero veo que voy á morir delinquente." Apénas tuyo Zadig fuerza para articular una palabra. Mandó llamar á Cador, y sin decirle nada le dió la esquela; y Cador le forzó á que obedeciese, y á que tomase sin detenerse el camino de Menfis.
Cuando le vió entrar, la infeliz dijo, casi sin poder articular las palabras: ¡Ah! Lázaro, Lázaro, oye ... te diré ... espera. Pero la voz se le anudó en la garganta, y no pudo hacer otra cosa que llorar como un niño. ¿Qué me vas á decir? Calla exclamó Lázaro con voz colérica.
Hallábase tan acongojado, que la frase se le retortijó en la garganta, y juzgando que más que las palabras serían elocuentes las actitudes, se hincó delante de su ahijada, y le tomó las manos para besárselas, y luego que pasó un rato en estas mímicas, conmovidos ella y él, pudo articular Relimpio estas palabras: «Niña mía, no des ese paso, detente...
Al oír aquellas palabras de Tarlein quise gritar: «¡Viva el Rey!» pero no pude, y recliné la cabeza en los brazos de mi amigo, lanzando un gemido; mas temeroso de que él interpretase mal mi silencio, volví a abrir los ojos y procuré articular aquellas palabras: «¡Viva!...» ¡Imposible! Mortalmente cansado, transido de frío, me cobijé en brazos de Tarlein, cerré los ojos y quedé desvanecido.
La sorpresa, el acento sarcástico y amenazador del clérigo, y la vista del bulto de don Segis, que permanecía a algunos pasos, inmóvil, como fuerza de reserva, infundieron tal pavor en Sinforoso, que en algún tiempo no pudo articular palabra. Sólo cuando el teniente avanzó hacia él un paso, logró decir: Tranquilícese usted, don Benigno. Yo no le he nombrado a usted.
Palabra del Dia
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