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Actualizado: 20 de mayo de 2025
De ella escribió al Conde de Essex los pormenores que van referidos; agregó las noticias políticas que había recogido desde la separación, y contestando las recibidas de Londres manifestó su aprobación, así relativamente á los aprestos que se iban haciendo de la expedición contra Cádiz, como á los más atrasados de la jornada de Drake á las Indias.
Allí entregan las varas y bastones a los alcaldes y demás cabildantes nuevamente nombrados, y a los oficiales militares las insignias correspondientes; desde allí van a misa, y después a casa del administrador a hacerse presente, el que les encarga el cumplimiento de su obligación; y si no está ya extendido el acuerdo de las elecciones, lo extiende, y firmado de los electores, que dicen siempre que todos unánimes y a pluralidad de votos han elegido y nombrado a los contenidos, se remite al gobernador de la provincia para su aprobación; para los demás empleos que no son de cabildo basta el visto bueno del teniente gobernador del departamento.
Pero ¿cómo se llamaría aquel amigo al que hablaba de tú?... Se rascó la cabeza, frunciendo las cejas con expresión reflexiva; pero su indecisión fue corta. Oye, tú: ¿cómo es tu grasia? Perdona... ya ves, ¡con tanta gente!... El joven ahogó bajo una sonrisa de aprobación su desencanto al verse olvidado del maestro y dio su nombre.
Esta oda, que empezaba: «¡Oh dulce religión inmaculada!» era inspiradísima y fue recibida con vivas muestras de aprobación. El banquete terminó de noche cerrada. A las seis, el sacristán y algunos empleados del municipio comenzaron a iluminar los farolillos a la veneciana del Campo de los Desmayos, de tal modo que a las ocho estaban casi todos encendidos. La velada se presentó muy alegre.
Muchas veces había hablado en los duelos, mereciendo la aprobación de los otros padrinos, viejos generales, gentes expertas, acostumbradas á tales actos. Pero la corta arenga de hoy iba á ser la mejor de sus obras. «Señores...», repitió. Vacilaba, no sabía qué añadir, todo se había borrado de su memoria.
Seré su mujer, Cristián, cuando pueda usted casarse conmigo con la aprobación de todo el mundo. Esté usted tranquila, María, y usted también, señora; ese momento no se hará esperar. Todos eran felices y Marenval saltaba de gozo, atribuyéndose toda aquella alegría. El tiempo pasaba rápido y ya declinaba la tarde cuando la madre y la hija se decidieron á dejar á Jacobo.
Oído este parecer, mereció la aprobación de los padres de Isabel y de D. Diego, del Justicia y Regimiento: Azagra consintió también en ello, y colocaron juntos en un sepulcro de alabastro a los dos Amantes, honrando su fidelidad con muchos epitafios.
El corro no pudo menos de sonreír en señal de aprobación. Al papá del maldiciente se le caía la baba, y guiñaba un ojo a un amigo. No cabía duda que los chicos sólo en Madrid se despabilaban. Caro cuesta, pero al fin se tocan los resultados.
El piadoso rey Rayasinga, con la aprobación acaso o con la indulgencia al menos del gran sacerdote Sumangala, había destronado a un hermano suyo, que andaba forajido, y había envenenado a otro de sus hermanos, reinando así en lugar de los dos y dando unidad a su reino. Para darle también completa independencia y gloria combatía con frecuencia a los portugueses.
Pero antes, al pasar junto a la casa donde sonaba el violín, Barinaga, que venía hablando solo, se detuvo y calló. Se quitó el sombrero, que era verde, de figura de cono truncado, y alzando la cabeza escuchó con aire de inteligente. De vez en cuando hacía signos de aprobación.... «Conocía aquello; era la Traviata o el Miserere del Trovador, pero en fin cosa buena».
Palabra del Dia
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