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Actualizado: 20 de mayo de 2025


Viviremos juntos, y... Cristo con todosClaro está que Valeria, deshecha en lágrimas de gratitud, aceptó aquella nueva demostración de cariño, aunque en el fondo de su alma, y con aprobación de su futuro marido, estuviese resuelta a no aceptar favores que, por excesivos, redundaran en perjuicio de su amiga.

En efecto, el Príncipe cede al imperio de las circunstancias, y presenta su mano á Rosaura; hasta llega al extremo de acoger con benevolencia al Condestable, hombre muy influyente en política por su saber, no negando su aprobación al casamiento que pretende con Doña Blanca.

Fermín será diputado en las primeras elecciones, figurará en Madrid, ¡y quien sabe á lo que puede llegar, cuando se cambie la suerte de esta nación, que seguramente se cambiará, de no olvidarnos Dios!... Callaba Pepita, sin hacer el menor signo de aprobación ó protesta ante los palabras del jesuíta, y éste se detuvo, creyendo haber avanzado demasiado. Por aquel día bien estaba con lo dicho.

Las Odas en este caso serían espantosamente revolucionarias, subversivas de todo el orden social vigente en el día. Yo no quiero comprometerme dando a semejantes cosas una aprobación que nadie me ha pedido.

Desde luégo, declarado había que por su nobleza podía aspirar á la mano de la más linajuda dama, sin otro obstáculo en su camino que la falta de bienes de fortuna. Por primera vez en su vida deseó tenerlos, y aunque no dudaba del amor de Constanza, sabía también que la hechicera joven no le daría su mano sin contar antes con la plena aprobación de su padre.

Su desprecio por los homenajes se los atraía más que a nadie y una palabra de aprobación o un gesto benévolo tenían más precio viniendo de ella que los más altos favores de las mujeres de moda. El día en que, en el curso de una conversación, declaró al señor de Candore que no le gustaban los jóvenes, el diplomático sintió casi fatuidad por sus cincuenta años.

Recordó á muchos príncipes como él, educados en la corte, con altas situaciones sociales, que habían distribuído sus bienes para vivir entre los pobres y dedicar su existencia al triunfo de la verdad y la justicia. El haría lo mismo, resucitando á la verdadera vida, y estaba seguro de la aprobación de su madre.

Era el soldado que critica, rezonga y habla contra sus oficiales mientras cumple sus órdenes. En la vida civil debía haber sido el antipático rebelde que no concede su aprobación á nada. Al cruzarse sus ojos con los de Castro, experimento éste un sentimiento de repulsión. Adivinó al hombre con el que se tiene irremediablemente un choque en la calle, en el tranvía, en el teatro.

Núñez dejó escapar un murmullo de aprobación sin levantar la cabeza, pero miró con el rabillo del ojo a su amigo y una chispa de malicia atravesó por sus ojos. Dudo que exista en el mundo prosiguió Tristán una ciudad más aburrida, más prosaica y cominera que la capital de España.

Y despertaba en Ojeda el orgullo sexual que duerme en el fondo de todo hombre; la fatuidad masculina, que se considera irresistible con sólo una mirada o una palabra de femenil aprobación; la fe ciega en el propio valer, que acepta como naturales y lógicas todas las aproximaciones, por inverosímiles que sean.

Palabra del Dia

ciencuenta

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