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Bien pronto, no se oyó sino el concierto colosal de quejas, que la mala suerte arrancaba a los perdidosos; los dados quedaron quietos y la voz siniestra se apagó. Tímidamente, acercóse una sombra y echó sobre la mesa algo que brillaba como diamantes. Aquí traigo las lágrimas de mi esposa dijo, tómelas usted el peso y aprecie bien los quilates.

Rodeada de hombres egoístas y de un grosero materialismo, necesito una amistad noble y pura, un amigo desinteresado, un compañero que me aprecie por mi alma y no por mis atractivos corporales. Watson movió la cabeza instintivamente. Este movimiento era un reflejo de la aprobación que daba en su interior á tales palabras. Iba formándose ya una opinión sobre aquella mujer.

Quizás las aprecie mejor; quizás yo esté en situación de ver en ella méritos de abnegación que usted no puede ver. D. Benigno meditó breve rato. Había caído en un mar de cavilaciones que sin duda no tenía fondo. ¡Ah! exclamó dando un gran suspiro con el cual pudo salir de aquellas honduras tenebrosas , usted me confunde más, pero mucho más.

Creemos haber dicho lo bastante para que el lector aprecie la utilidad del acónito en las rápidas indicaciones siguientes.

«¡Qué hermoso palacio, Dios de mi vida! ¡Cuánto habrá costado todo aquello! ¡Pensar que es mío por la Naturaleza, por la ley, por Dios y por los hombres, y que no puedo poseerlo!... Esto me vuelve loca. Dios no quiere protegerme, o quiere atormentarme para que aprecie después mejor el bien que me destina. Si así no fuera, Dios hubiera hecho que yo me enterara de que la marquesa estaba en Madrid.

, pero es revocable, señora, y no que estéis dispuesta a mi favor el año que viene; ¿y si se os ocurre casaros, ahora que la loca no os estorba el camino? No, no temáis nada, Mathys. ¿Queréis, señora, que aprecie vuestro regalo y lo considere como recompensa de los sacrificios que he hecho por vos? Ciertamente que . Pues entonces, dadme un escrito de vuestra mano.

Mi padre vivió algunos años más que ella; pero en tan mísero estado de salud, que dejé de sentir el influjo de su presencia muchos años antes de perderle. Su muerte es un hecho que para se produjo en puridad mucho antes de su fallecimiento. Realmente, pues, no conocí a la una ni al otro, y el día que me quedé solo llevando luto por mi padre, no aprecié ningún cambio que me hiciera sufrir.

Estas innobles guerrillas que dirige y exacerba el hambre, ó cuando mucho, la ambición de mando ó de destinos, no puede sufrirlas un día y otro día ningún hombre que aprecie en algo su hidalguía y sienta aún el rubor de su dignidad calentarle las mejillas cuando una torpe lengua ó una envenenada pluma le hieren en el sagrario de su honra; que ésta no transige, ni ser puede más que una, ora se albergue bajo el burdo ropaje del campesino, ora bajo los bordados ostentosos del hábito de un magnate.

De una ojeada, a la luz de la vela que traía la joven que nos abrió la puerta, aprecié lo que encerraba: algunos muebles vetustos; sillas seculares de alto respaldar y garras de león, resto de antiguos esplendores domésticos; dos rinconeras con sus nichos de hoja de lata; un sofá tapizado de cerda.

»No quiero que usted se decida de repente, sino después de examen muy detenido, a fin de que no tenga que arrepentirse de una ligereza. La vida de Madrid debe tener extraordinarios atractivos para las jóvenes. Quiero que vea usted a Madrid, y que conozca y aprecie todos esos atractivos, a fin de que renuncie a ellos, sabiendo lo que renuncia, cuando me un , si por dicha me le da.