Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de mayo de 2025


Ya lo creo. ¿No es bastante rezar una vez? Si es usted una perfecta santa. ¿No le parece á usted que es bastante una vez? preguntó Paula con mucha, ansiedad. ; y debe usted tratar de reponerse. ¿Cómo ha dicho usted, Clarita? ¿Reponerme? Veo que sabe usted dar muy buenos consejos. Reponerse, ... Distraerse un poco.... Salir....

Yo estoy decidida, Lázaro. Y en vano buscaban sus ojos en el semblante del joven indicios de los sentimientos que con tanta ansiedad le pedía. El hacía esfuerzos por permanecer inmutable ante aquella santa mujer, agitada por las alternativas de un arrebato místico; y no sabiendo qué decir, dió un paso hacia la puerta.

Y vacilando así entre una débil esperanza y una angustiosa ansiedad, la pobre Marta alzaba los ojos al cielo y se dolía de la suerte que la amenazaba tan cruelmente, en el momento mismo en que estaba cerca de descubrir el secreto de sus enemigos.

En todos estos casos el moral presenta la mayor parte de los síntomas ordinarios de las afecciones que alteran profundamente la vida nutritiva, como la tristeza, la inquietud, la dificultad de pensar, la aversion al trabajo, la ansiedad y el mal humor: estas dos últimas disposiciones del espíritu, que se manifiestan con preferencia en el estado agudo ó febril, y por la tarde, época natural de la sobreescitacion sanguínea en las fiebres humorales, catarrales, mucosas, etc., son propias de las sales de amoníaco.

Atinada anduvo Antoñona en no decirle que iba a venir, sino hasta poco antes de la hora. Aun así, gracias a la tardanza del galán, la pobre Pepita estuvo deshaciéndose, llena de ansiedad y de angustia, desde que terminó sus oraciones y súplicas con el niño Jesús hasta que vio dentro del despacho al otro niño. La visita empezó del modo más grave y ceremonioso.

Pero, ¿qué es de ese bribón que la cruel suerte le deparó como esposo? El Juicio Divino lo ha juzgado fue su contestación casi mecánica. ¡Qué! balbucí lleno de ansiedad. ¿Ha muerto?

Las señoras ahogaron un grito y quedaron mudas y pálidas. Las paredes del agujero eran sombrías, desiguales y destilaban agua. En cada departamento de la jaula un minero sujetaba, con su mano trémula de modorro, una lámpara. Todos, menos el director y los mineros avezados a subir y bajar, sentían cierta ansiedad en el estómago.

Debía pensar que aquella señora estaba siempre viajando. ¡A saber dónde se hallaría en aquel momento!... Pero la tristeza del torero al creerse olvidado obligó a don José a mentir piadosamente. Días antes había recibido una breve carta de Italia, en la que doña Sol le pedía noticias del herido. ¡A verla! dijo con ansiedad el espada.

Cada hora engendraba una novedad las más de las veces falsa , que removía la opinión con rudo vaivén. Tan pronto el peligro de la guerra aparecía conjurado, como circulaba la voz de que la movilización iba á ordenarse dentro de unos minutos. Veinticuatro horas representaban las inquietudes, la ansiedad, el desgaste nervioso de un año normal.

Mudos de espanto y ansiedad estábamos todos aquí, atento el oído a los rumores de la calle, cuando sentimos que las puertas caían a golpes, y penetraba aquella soldadesca bestial, diciendo que se les entregasen todos los objetos de valor.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando