United States or Taiwan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Venga esta dueña y pida lo que quisiere, que yo le libraré su remedio en la fuerza de mi brazo y en la intrépida resolución de mi animoso espíritu. Capítulo XXXVII. Donde se prosigue la famosa aventura de la dueña Dolorida

Pero más animoso que éste, después de corta vacilación, se dejó caer de golpe sobre lo que más le agradaba: sobre los ojos. Cerrólos la hermosa y sonrió de nuevo dejándose acariciar por él con suave condescendencia. Al cabo hizo un gracioso mohín de impaciencia y se retiró al interior. ¡Cielo santo, cuánto tenía que hacer! Lo primero, por supuesto, era ordeñar las vacas, como hacía todos los días.

Ni él es mi amigo ni yo le debo favores, pero tiene un corazón animoso y sangre de pura raza y vale mucho más que la partida de gansos que tiene á sus órdenes. ¿No es así, Rogerito? Los monjes de Belmonte son unos santos.... Santos calabacines, que sólo entienden de darse buena vida y llenar el buche. ¿Crees que estos brazos míos y esa cabeza tuya nos fueron dados para llevar semejante vida?

Antes, mucho antes, había sido el propietario de todo aquello un gran señor, que al morir depositó sus pecados y sus fincas en el seno de la comunidad; y ahora ¡ay! pertenecían á don Salvador, un vejete de Valencia, que era el tormento del tío Barret, pues hasta en sueños se le aparecía. El pobre labrador ocultaba sus penas á su propia familia. Era un hombre animoso, de costumbres puras.

Pero, en fin, hablando, hablando, Ángel sorteó con habilidad los estorbos de la introducción, y llegó lo antes que pudo al tema de sus angustias. Tardó bastante, pero lo expuso bien, sin ocultar un ápice de cuanto sabía. De todo habló, unas veces conmovido y otras veces animoso, pero siempre con buen arte; y Leticia, mientras le estaba oyendo, parecía devorarle con los ojos.

Con gran parsimonia y lucimiento, fué recorriendo las calles de Sevilla la alegoría del Piadoso Eneas de las Españas, sin que nada se opusiera á su esplendor, siendo todo del particular agrado de Felipe V, cosa que colmó en extremo los deseos de los alfayates, los cuales, con el fin de que su acto quedase inmortalizado, mandaron escribir y publicaron un folleto describiendo toda la fiesta, folleto que fué impreso el mismo año de 1729 por la viuda de don Francisco Leefdael, y en el cual se leían estas palabras al frente del soneto dedicatorio: Al muy alto y muy poderoso monarca, árbitro de dos mundos, á Felipe V, el animoso rey de las Españas, el gremio de sastrería de Sevilla humilde saluda y reverente obsequia.

Aqueste inglés y noble caballero Al arte de la mar era inclinado, Mas era que piloto y marinero, Porque era caballero y buen soldado. Astuto era, sagaz y muy artero, Discreto, cortesano y bien criado, Magnánimo, valiente y animoso, Afable, y amigable y generoso.

Y quizás deba yo también hacer algo más, algo cuya sola idea es ahora para peor que la muerte... Comprendí lo que quería decir y temblé. Pero no quise mostrarme menos animoso que ella. Me levanté y tomé su mano. Haz lo que quieras o lo que debas dije. Creo que a seres como , Dios mismo les indica el camino que han de seguir.

Digno es de los ciertamente el animoso sabio que baja á las profundidades del ventisquero para estudiar sus estrías, las burbujas del aire, los cristales, pero bastantes cosas podemos contemplar en la superficie; muchas encantadoras particularidades podemos sorprender; muchas leyes se revelarán á nuestros ojos si sabemos mirar.

Esto era un domingo y otro domingo, y en este suplicio semanal y sin término morían los padres y se convertían en hombres los hijos, engendrando nuevos chuetas destinados al insulto público. Unas cuantas familias se concertaron para huir de esta vergonzosa esclavitud. Se reunían en un huerto inmediato a la muralla y las aconsejaba y dirigía un tal Rafael Valls, hombre animoso y de gran cultura.