Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de noviembre de 2025


Se sacude la pata contra el tronco más fuerte, sin que el cazador se le ruede, porque se le corre adentro y no hace más que magullarle las manos. ¡Pero se caerá por fin, y de una colmillada va a morir el cazador! Saca su cuchillo, y se lo clava en la pata. La sangre corre a chorros, y el animal enfurecido, aplastando el matorral, va al río, al río de agua que cura.

Creyeron de pronto ver un animal dañino que se ocultaba detrás de la peña, pero Sofía lanzó un nuevo grito, el cual antes era de asombro que de terror, y dijo: Si es la Nela.... Nela, ¿qué haces ahí? Al oír su nombre, la muchacha se mostró toda turbada y ruborosa. ¿Qué haces ahí, loca? repitió la dama . Coge a Lili y tráemelo... ¡Válgame Dios, lo que inventa esta criatura!

La mula se negaba algunas veces á marchar, temiendo que el huracán la echase al suelo; pero el gaucho se agarraba á su lomo para no verse derribado igualmente por el viento y pinchaba al animal con la punta del cuchillo, obligándola así á reanudar su trote. «¡Adelante! ¡adelanteMarchaba como un sonámbulo, concentrando toda su voluntad en el deseo de llegar pronto á la tumba.

Hete aquí un animal muy distinto del otro, dixo el enano de Saturno; y el Sirio puso el pretenso animal en la palma de la mano.

Hasta cuando decía a su sirviente gallego: «¡Animal, esta mañana no me has lustrado los botines!», parecía decir más bien: «¡Oidme, emperatriz! La muerte y no el deshonor. Aunque herido en mis dos alas, águila seré siempre, nunca gusano...» Era pues del Laurel un verdadero poeta decadente y modernista, ¡pero muy poeta, muy decadente, muy modernista!

25 Porque cualquiera que comiere sebo de animal, del cual se ofrece al SE

Los chulos sacaron a los picadores a la barrera. Uno tenía una pierna rota y se le llevaron a la enfermería. Los otros dos fueron en busca de otros caballos. También montó el sobresaliente; y mientras que los chulos llamaban la atención del animal con las capas, los tres picadores ocuparon sus puestos respectivos, con las garrochas en ristre.

Tan vehemente era su interés por la salud de la bestia, que hasta acariciaban la absurda esperanza de una extraña reacción, de un milagro que las permitiera tener el carruaje disponible para el día siguiente. Arrastradas por la rutina, hasta sentían tentaciones de rezar por el pobre animal.

Una bocanada de aire caliente y espeso, oliendo a estiércol y a vapor animal, dio en la cara a los visitantes al abrirse la puerta de la cuadra. Los caballos cocearon y relincharon, moviendo las cabezas al sentir tras de sus grupas la presencia de gente extraña.

Sus ojos reflejaron de pronto la inquietud, luego el miedo, y ahora fué ella la que se echó atrás con una expresión de animal asustado, como si temiese al hombre que tenía enfrente. Al fin le reconozco murmuró . , es usted; muy cambiado, pero es usted. Nunca lo hubiera conocido, de no evocar esas cosas pasadas.

Palabra del Dia

aquietaron

Otros Mirando