Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Yo quería casarme lisa y llanamente... pero me han mandado ataviarme... me ha sido preciso obedecer: todo se ha reducido á aceptar este traje de su majestad, á abrir el cofre donde conservo las joyas de mi madre y á ponerme en manos de mis doncellas; ya veis que todo esto indica que el casamiento corre prisa: el padre Aliaga alegó no sé qué del concilio de Trento, pero la reina dijo que eso se arreglaría después... de modo, señor, que sus majestades, el inquisidor general y yo, os estamos esperando desde hace tres horas.
Aquí, la maestra del partido, mujer alta y morena, de pocas y dificultosas palabras, que solía oír a las operarias con seria indiferencia, intervino. A tratar cada uno de lo que importa... y a liar cigarritos.... No decimos cosa mala... alegó Amparo.
La viuda de García, que era bonachona, lanzó una exclamación que corearon las niñas de Sobrado. ¡Jesús... angelito de Dios... tan pequeño, por esas calles y con este día! ¿Pero qué hace su madre? Mi madre tiene tienda en la calle del Castillo.... Somos siete con este, y yo soy la mayor... alegó a guisa de disculpa la que llevaba la criatura.
Publicada esta carta, acudió D. Alonso de Aguilar, legalmente representado por el bachiller Diego Rodriguez de Jaen, apoderado tambien y procurador de los consortes en la causa de Aguilar, y apeló ante su ilustrísima pidiendo se declarase lo hecho nulo y de ningun valor y efecto por varias razones que alegó, entre las cuales figuran como principales: Que el D. Alonso no se habia apoderado de los diezmos como se suponia; que el obispo no podia ser juez de la causa por ser notoriamente sospechoso y capital enemigo del Sr. de Aguilar y de algunos de los otros excomulgados, y confederado, aliado y amigo del conde de Cabra y sus hijos, y de su valía y opinion, por lo que, como su contrario y enemigo declarado, habia sido echado de la ciudad por órden del rey; que mediante la referida sospecha no podia tener jurisdiccion, ni podia haber citado á D. Alfon y consortes á que compareciesen ante su ilustrísima en la villa de Montemayor, por cuanto esta era del Sr.
Salió la corta edad de la muchacha, su delicada salud, y hasta su poca hermosura alegó el padre, sazonando la observación con alusiones no muy reservadas al buen palmito de Rita y al mal gusto de no preferirla.
Parece que una de las razones que alegó Gravina fue el mal tiempo, y mirando el barómetro de la cámara, dijo: «¿No ven ustedes que el barómetro anuncia mal tiempo? ¿No ven ustedes cómo baja?». Entonces Villeneuve dijo secamente: «Lo que baja aquí es el valor». Al oír este insulto, Gravina se levantó ciego de ira y echó en cara al francés su cobarde comportamiento en el cabo de Finisterre.
Y bien puedes estar seguro de que esta mi ciencia profana no se opone ni a la santidad ni a la pureza de la fe, ni a la perfección ascética y mística a que puedas elevarte. En suma, tantas y tales razones alegó el Padre Ambrosio, que el hermano Tiburcio hubo de quedar convencido, convirtiéndose en su más apasionado discípulo y en su más constante satélite.
Si usted alega una ley, yo alego otra, y entretanto mi hija no saldrá de mi casa, porque a ella ha venido espontáneamente y por su propia voluntad, no seducida por un cortejo, sino con deliberado propósito de vivir a mi lado, como hija obediente y cariñosa.
Acaso viendo la posibilidad de desbaratarlo se opondría, mientras que sabiéndolo cuando ya estuviese hecho, no tendría más remedio que resignarse. En fin, me alegó una porción de razones que concluyeron por convencerme... Aquí hizo una pausa la querellante; se llevó la mano a la frente, como si le doliese traer a la memoria lo que iba a decir. Un gesto digno de una actriz de primer orden.
En vano alegó el padre rector que el niño lo estaba de sobra, que aquel rigorismo francés era un resto del jansenismo que las indicaciones de la Iglesia y el celo del clero habían ya hecho desaparecer por completo, y que era una maldad, un verdadero delito, privar por tanto tiempo a un alma inocente del auxilio de un sacramento que obra ex opere operato... Villamelón se encogía de hombros, no comprendiendo bien de qué óperas se trataba; los astutos escrúpulos de Currita no cedían, y sospechando el padre rector la hipócrita hilaza, dijo terminantemente que, de seguir el niño en el colegio, comulgaría el día de san José, sin el permiso de sus padres.
Palabra del Dia
Otros Mirando