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Actualizado: 1 de octubre de 2025
Nuestras acciones pueden ejercerse, ó sobre los objetos de la naturaleza sometidos á la ley de necesidad, y aquí se comprenden todas las artes; ó sobre lo que cae bajo el libre albedrío, y esto comprende el arreglo de nuestra conducta con respecto á nosotros mismos y á los demas; abarcando la moral, la urbanidad, la administracion doméstica, y la política.
Los viñadores, rígidos en su doble fila, se quitaron los sombreros saludando al amo. Dupont sonrió satisfecho, y el sacerdote hizo lo mismo, abarcando en una mirada de protectora conmiseración a los jornaleros. Muy bien dijo al oído de don Pablo con acento adulador. Parecen buena gente. Ya se conoce que sirven a un señor cristiano que les edifica con buenos ejemplos.
Maltrana también le había visto irritado, con la cólera del loco pacífico que pierde su tranquilidad. Le saludaban con blasfemias cuidadosamente rebuscadas para provocar su furor. Al principio las acogía cerrando los ojos, bajando la cabeza, como un mártir en las primeras angustias del tormento; pero su paciencia se agotaba al ver que el pecador insulto iba abarcando toda la corte celestial.
Clavó en ellos los ojos, quiso dirigirse primero a uno y luego a otro, vaciló, llenarónsele las mejillas de lágrimas, y por último, extendiendo abiertos los brazos, cogió a los dos al mismo tiempo, les atrajo contra su pecho..., los apartó, tornó a mirarlos, y enloquecida de dudas y alegrías, apretándoles de nuevo contra sí, abarcando juntas las cabezas, se las cubrió de besos y caricias, mientras la aldeana, que la reconoció en seguida, gritaba con su dulce acento gallego: «Juan, está quieto; Pedro non te vayas.»
Al fin, la faz levantando, en su mirada infinita, avara, á Ataide abarcando, dijo, con voz inaudita, cual consigo misma hablando: ¡Maldita de Dios! ¡Maldita! Luégo, su voz lastimera resonó, vibrante, fiera, aterradora, sombría, cual rugido de pantera, que al temor se desespera de que la roben su cría.
El Cuervito, Román un gajo de cierta familia, en que padres, hijos, hijas, tíos y tías, eran del arte, abarcando todas sus variedades, se metió de gato en casa de un inglés, en la calle Corrientes, y su respiración fatigosa pues era asmático le traicionó, valiéndole un balazo y una buena condena.
Por un gran canal, cuyos lados los forman casas monumentales que ostentan sus cien ojos de vidrio y sus tatuajes de rótulos, pasa un río caudaloso, confuso, de comerciantes, corredores, caballos, tranvías, ómnibus, hombres-sandwichs vestidos de anuncios y mujeres bellísimas. Abarcando con la vista la inmensa arteria en su hervor continuo, llega a sentirse la angustia de ciertas pesadillas.
Palabra del Dia
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