United States or Mauritania ? Vote for the TOP Country of the Week !


PI

Ya te veo venir: que el Pituso es de la propia sangre de los señores de Santa Cruz. Podrá ser, y podrá no ser... Ahora mismo nos vamos a contarle el caso al marido de mi amiga, que es hombre de mucha influencia y se tutea con Pi y almuerza con Castelar y es hermano de leche de Salmerón...

Un escritor ingenioso dijo más adelante que la república federal no se le hubiera ocurrido a nadie para España si Proudhon no escribe un libro sobre el principio federativo y si Pi no le traduce y le comenta. Sea como sea, y valga la explicación lo que valiere, es evidente que el federalismo se improvisó allí y doquiera en menos que canta un gallo.

Y entre risas despreciativas y observaciones irónicas, comenzó a leer en su elegante carterita, donde estaban apuntados los nombres de los nuevos ministros ... ¡Pero qué nombres, Virgen Santísima! ¡Si aquello era cosa de morirse de risa!... Figueras, Castelar, Pi y Margall, los dos Salmerones, Nicolás y Paquito... Córdoba.

Las armas de los Febrer habían ondeado en flámulas y banderas sobre más de cincuenta navíos de gavia lo mejor de la marina de Mallorca , que, luego de tomar órdenes en Puerto Pi, iban a vender aceite de la isla en Alejandría, embarcaban especierías, sedas y perfumes de Oriente en las escalas del Asia Menor, traficaban con Venecia, Pisa y Genova, o, pasando las Columnas de Hércules, sumíanse en las brumas de los mares del Norte para llevar a Flandes y a las repúblicas anseáticas la loza de los moriscos valencianos, llamada por los extranjeros mayólica, a causa de su procedencia mallorquína.

Si yo tuviera noticia de lo que hacíades no lo hiciéredes, dijo el emperador; porque lo que quereis labrar hallarase en muchas partes; pero lo que aqui teníades no lo hay en el mundo. Pi y Margall en la narracion histórica y descriptiva correspondiente á este tomo.

No ocultaba su dolor por esto, y aquel día se lo expresó a su tocayo con sentida ingenuidad: «Es una gaita esto de no saber escribir... ¡Hostia!, si yo supiera... Créalo: ese es el por qué de la tirria que me tiene Pi». Don José no le contestó. Estaba doblado por la cintura, porque el digerir las dos enormes chuletas que se había atizado, no se presentaba como un problema de fácil solución.

Mirosté a ese Pi... un mequetrefe. ¿Y Castelar?, otro mequetrefe. ¿Y Salmerón?, otro mequetrefe. ¿Roque Barcia?, mismamente. Luego, si es caso, vendrán a pedir que les ayudemos, ¿pero yo...? No me pienso menear; basta de yeciones. Si se junde la Repóblica que se junda, y si se junde el judío pueblo, que se junda también».

Pero cuando vino la judía Repóblica, se me había muerto mi Dimetria, y yo no tenía que comer; me jui a ver al señor de Pi, y le dije, digo: 'Señor de Pi, aquí vengo sobre una colocación.... ¡Pa chasco!

Cuando la pasta esté templada, se pone un poco de ella en una tacita con azúcar y se le da la forma redonda. PI