United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Por fin, haciendo un esfuerzo para disimular su violenta contrariedad bajo el barniz mundano, dijo Raúl con sonrisa forzada: Es una gran noticia, que acaso sea buena... No me atrevo a declararlo, pues va a crearnos serias complicaciones. ¡En fin! no importa; ese pequeño personaje no dejará por eso de ser bienvenido... ¡Oh! Raúl...

Quien así se expresa tratando de excitar el odio filipino contra los japoneses, para crearnos primero desconfianza, luego conflictos, es un extranjero, y en la lengua en que él mismo escribe están escritas las obras de teatro y las novelas inmorales que vienen a Filipinas; en su lengua también se promulgaron en nuestro país las leyes y reglamentos instituyendo las galleras, la lotería, los juegos de billar, creados como recursos del Estado, como cosa que los filipinos no podíamos combatir en nuestro antiguo régimen político, sin combatir al mismo tiempo al propio gobierno que hacía del vicio una fuente contributiva y que, para aumentar su ingreso en este sentido, tenía que fomentar esos vicios, lo mismo que el del opio en los fumaderos oficiales.

Mi risa es de sorpresa.... En mi país, rara vez una mujer declara su amor al hombre. Pues aquí no es extraordinario contestó Flimnap . Acuérdese que todo lo dirigimos las mujeres, y por lo mismo nos corresponde la iniciativa en los asuntos de amor. Además dijo Edwin , usted olvida el obstáculo insuperable que la Naturaleza ha establecido entre los dos al crearnos con tamaños tan distintos.

Por mi parte, he creído conocer que le había agradado. Tomamos la costumbre de crearnos, en todos nuestros encuentros, unos instantes de conversación íntima, y echamos de ver que estábamos maravillosamente de acuerdo en una multitud de cuestiones de arte, de sentimiento de la Naturaleza, de preferencias literarias, aspectos generales de la vida, en todo, en fin.

El libre elemento, el mar, debe tarde ó temprano crearnos un ser á su semejanza, un ser eminentemente libre, escurridizo, onduloso, flúido, que se deslice á imagen de las ondas, pero en quien la movilidad maravillosa proceda de un milagro interior, todavía más grande, de una organización central, fina y sólida, muy elástica, no parecida á la de ninguno de los seres conocidos hasta el día.

Para que el hombre se eleve, para que exista el progreso es necesario que prescindamos de ese respeto exagerado á la costumbre, que no temamos crearnos necesidades. Las necesidades son acicates que sacuden nuestra indolencia.

ESCIPIÓN. En medio de las batallas, ocupado en la fundación de Roma, hemos dejado, por decirlo así, escapar el momento favorable para crearnos una familia... Creednos, señora, compadecemos de todo corazón a vuestros pobres maridos... ESCIPIÓN. ¿Pero por qué nos han dejado cargar con vosotras? ESCIPIÓN. ¡Con mucho gusto!