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Actualizado: 12 de mayo de 2025
De noche dormía con zozobra, y muchas veces, al menor ladrido del perro, saltaba de la cama, lanzándose fuera de la barraca escopeta en mano. En más de una ocasión creyó ver negros bultos que huían por las sendas inmediatas. Temía por su cosecha, por el trigo, que era la esperanza de la familia, y cuyo crecimiento seguían todos los de la barraca silenciosamente con miradas ávidas.
Me he casado por otro.... Soy un marido de fórmula, un marido de procedimientos, y tengo que ocuparme del marido verdadero más de lo que yo quisiera. La esposa de mi amigo... la que me dio su mano, casándose conmigo como se podría casar con un documento.... está también en gran zozobra. Pues no hay más noticias dijo Gracián , que las del otro día.
Aventuróse á bajar sin ser visto de su tío, recorrió lleno de zozobra y ansiedad el pasillo; pero nada consiguió. Todo estaba cerrado y en silencio, y sin duda los habitantes de la casa estaban sumergidos en el agradable sopor de la siesta ó en el letargo espiritual de la contemplación religiosa.
Quedose parado un largo rato mirando a la luz y viendo en ella a doña Lupe en el acto de coger la hucha falsa y decir: «Pero esta hucha... no sé... me parece... no es la misma». Dando un gran suspiro, envolvió rápidamente en un pañuelo los destrozados restos de la víctima, y los guardó en la cómoda hasta el momento de salir. Puso la nueva hucha en el sitio de costumbre, que era el cajón alto de la cómoda, abrió la puerta, quitando el pañuelo que tapaba el agujero de la llave, y después de llevar a la cocina el instrumento alevoso, volvió a su cuarto con idea de contar el dinero... Pero si era suyo, ¿a qué tanto miedo y zozobra?
Gracias a Dios, yo estoy buena y sana para lo que usted guste mandar.» Los labios del joven se plegaron con sonrisa imperceptible y siguió examinando el pintoresco manto de un caballero de la Orden de Alcántara que le había dado golpe, al parecer. No obstante, de vez en cuando volvía los ojos con zozobra hacia la puerta del gabinete. Trataba inútilmente de reprimir la impaciencia.
Salvador chocó, no «los cinco», sino «los diez», tendiendo las dos manos al marino con muda gratitud. Había atendido a la última parte de aquella franca confidencia con una inquietante perplejidad, sumiéndose en temores agrios y mordientes, con la conciencia alterada por la zozobra cruel de haber abandonado a Carmen en medio de los peligros siniestros de la casona de Rucanto.
¡Qué bien dice! ¡Qué bien canta! Ya no es tiempo de estar sorda; No hay áspid que lo sea tanto, No hay á tanto golpe roca Que, ya que rendida no, Por lo menos se zozobra. Afuera galas del mundo, Afuera ambiciones locas, Que sólo me habéis servido En esta farsa engañosa Por testigos del delito Contrarios en causa propia.
El respetable diplomático parecía inquieto, y el señor Pulido iba y venía sigilosamente de uno a otro agujero, apretando los labios y moviendo la cabeza, con muestras también de alguna zozobra.
Tengo que hablar con V. ¿Puedo entrar? Entra, contestó el Comendador con bastante zozobra de que Lucía trajese malas noticias. La cara de Lucía estaba demudada. Los ojos algo encarnados, como si hubiesen vertido lágrimas. ¿Qué hay? dijo D. Fadrique. Que Doña Blanca está muy mala. Clara me escribe diciéndomelo, y me ruega que haga la caridad de ir á acompañarla. ¿Y se sabe qué tiene Doña Blanca?
Era la inquietud del peligro que había quedado fija en él para siempre; el hábito de la intranquilidad contraído en los obscuros calabozos, cuando esperaba a todas horas ver abrirse la puerta para ser apaleado como un perro o conducido al cuadro de ejecución ante la doble fila de fusiles; y a más de esto, la costumbre de vivir vigilado en todos los países, presintiendo el espionaje de la policía en torno de él, sorprendido en medio de la noche en cuartos de posada por la orden de salir inmediatamente; la zozobra del antiguo Asheverus, que apenas gustaba un instante del descanso, oía el eterno «Anda, anda».
Palabra del Dia
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