Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de julio de 2025
Aunque deseaba salir del corral recorrer el mundo, puedes creer que lo que á mí me gusta es la vida tranquila y reposada. Por un instante pensé que la felicidad es volar de aquí para allí, viendo cosas distintas cada minuto, y recibiendo impresiones diferentes.
Don Fadrique echaba á volar su imaginación con vuelo siniestro. Hacía las suposiciones más extrañas y dolorosas. ¿Qué habrá sucedido? se preguntaba. Á las ocho de la noche, por último, el Comendador vió aparecer al P. Jacinto bajo el dintel de la puerta de su cuarto. Al verle, le dió un vuelco el corazón. El padre traía la cara más grave y melancólica que había tenido en su vida.
Puedo decirte cómo es el paisaje lo mismo que si lo estuviera viendo... ¡Es decir, lo estoy viendo, lo estoy viendo de veras! Mira aquí debajo la Puerta de Hierro, las encinas del Pardo que se extiende hasta las faldas del Guadarrama. ¡El Guadarrama! ¡Qué hermosas montañas de color violeta...! Y el cielo, el cielo azul encima, profundo, inmenso, convidando a volar por él.
Estaba el cielo muy limpio y despejado; ni una nube en esa región; y yo me decía: ¡quién fuera pajarito para volar hacia allá, y volar, y volar en busca de Rorró, de mi Rorró!
A los pies de la cama el sacerdote, con semblante noble y grave, contemplaba a la pobre moribunda elevando de vez en cuando sus ojos hacia el Cielo adonde su espíritu habría de volar pronto. Súbitamente apareció Antoñita en el marco de la puerta, quedándose en la sombra que envolvía uno de los ángulos del cuarto. No intentes ocultarme tu llanto, Amaury decía Magdalena con acento cariñoso.
Hijo Andrés, reposad ahora en el nido debajo de nuestras alas; que a su tiempo os sacaremos a volar, y en parte donde no volváis sin presa, y lo dicho dicho: que os habéis de lamer los dedos tras cada hurto. Pues para recompensar dijo Andrés lo que yo podía hurtar en este tiempo que se me da de venia, quiero repartir docientos escudos de oro entre todos los del rancho.
Tuvo, pues, que establecer sus paralelas con la ciencia de un antiguo estratégico y el ardor de un joven neófito, avanzando a pasos contados para no asustar al «pájaro rebelde» pronto a volar a la primera demostración un poco viva.
Recordó su cara aterrada, él que en todo conservaba su sangre fría y empezó á reflexionar. Una idea apareció clara á su imaginacion: la casa iba á volar y Paulita estaba allí, Paulita iba á morir de una muerte espantosa... Ante esta idea todo lo olvidó: celos, sufrimientos, torturas morales; el generoso joven solo se acordó de su amor.
Apagola de un soplo, buscó a tientas la ventana y la abrió de par en par. Una ráfaga viva de viento y agua le azotó el rostro y penetró rugiendo por la estancia, echando a volar los papeles de la mesa. D. Álvaro aspiró con delicia el aire frío y húmedo, asomose a la ventana y expuso su frente ardorosa a la inclemencia del chubasco.
Es grisáceo; tiene cerca de dos centímetros; salta e intenta volar, y cuando cae de espaldas hace sobre el cartón un ruido sonoro de tambor. Ron, al principio, se ha azorado un poco de este estrépito.
Palabra del Dia
Otros Mirando