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Actualizado: 14 de junio de 2025


Aquella figura, alta y sombría, no tardó en recibir un rayo de Luna; viose entonces distintamente que era un cosaco con su gorro de piel de cordero y que llevaba la lanza bajo el brazo, con la punta hacia atrás.

En 1822, al contrario, en las bocas del Bengala, vióse á la tromba durante veinticuatro horas, aspirar el aire y subir el agua otro tanto, tragándose cincuenta mil seres humanos. Ahora, el aspecto cambia. Nos encontramos en Africa. Allí, llámase tornado á la tempestad. Estando la atmósfera calmosa y despejada, se siente cierta opresión en el pecho.

Viose entonces salir de las vaguedades del crepúsculo la mesa, la larga mesa de sesenta cubiertos, con sus brillantes objetos de plata, sus ramos de flores simétricamente colocados, sus altos ramilletes de dulce, sus temblorosas gelatinas, donde la luz rielaba como en un lago. El presidente del Círculo tendió en derredor una mirada de orgullo. En verdad que el aspecto del banquete era majestuoso.

Era vascongado, emigrado carlista, hombre de grande energía, de muchos ánimos: internáronle en Francia, viose pobre y solo, trabajó como se había batido... como un león, hasta llegar a poder establecer una vasta agencia de comercio, enriquecerse, adquirir en París casa propia, y casarse con mi madre, que es de una familia distinguida de Bretaña, legitimista también.

Viose, pues, a Villamelón, el héroe del combate navo-terrestre de Cabo Negro, que tanto se había asustado con la desnudez relativa de los rifeños, pedir sin repugnancia y obtener sin espanto la mano de una ilustre salvaje completamente desnuda de alma; porque así como en bosques y desiertos se encuentran salvajes que ofenden la decencia con la desnudez de sus cuerpos, así también se encuentran en plazas y salones otros salvajes vestidos por fuera, que insultan el pudor con la desnudez interna de sus almas.

Quisiera el del Verde Gabán oponérsele, pero viose desigual en las armas, y no le pareció cordura tomarse con un loco, que ya se lo había parecido de todo punto don Quijote; el cual, volviendo a dar priesa al leonero y a reiterar las amenazas, dio ocasión al hidalgo a que picase la yegua, y Sancho al rucio, y el carretero a sus mulas, procurando todos apartarse del carro lo más que pudiesen, antes que los leones se desembanastasen.

En los primeros meses del sitio, Rodil expulsó de la plaza 2.389 personas. El gobierno de Lima resolvió no admitir más expulsados, y vióse el feroz espectáculo de infelices mujeres que no podían pasar al campamento de Miranaves ni volver a la plaza, porque de ambas partes se las rechazaba a balazos.

Vióse precisado Memnon á darle quanto tenia, y gracias á que en aquellos venturosos tiempos no habia peores resultas que temer; que aun no estaba descubierta la América, ni eran las hermosas damas afligidas tan peligrosas como ahora. Confuso y desesperado Memnon se volvió á su casa, donde encontró una esquela convidándole á comer con unos amigos íntimos.

Mariano se había casado hacía dos años y dejaba un niño de pocos meses. La viuda era una joven buena y honrada, pero de escasa disposición para el trabajo, y que sobre esto gozaba de poca salud. Viose gravemente apurada para poder subsistir. El niño le estorbaba mucho en cualquier trabajo.

Jaime creyó recibir en el pecho una piedra, un guijarro caliente que tal vez había hecho saltar el estrépito de la detonación. «¡No es nada!», pensó. Pero al mismo tiempo viose en el suelo, sin saber cómo, tendido de espaldas. «¡No es nada!», pensó otra vez.

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