Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de mayo de 2025


Pero el bendito señor, sea efecto de sus años ó de su carácter vehemente, tiene la costumbre de comentar todo lo que dice y de meterse á filosofar y á hacer digresiones sobre la cosa más trivial; de suerte que nunca pude obtener un cuadro exacto y bien detallado del Santander de antaño, tal como yo le quería para dársele á mis lectores, seguro de que me le agradecerían como una curiosidad.

Sabe emplear las imágenes y frases más familiares sin ser trivial ni prosáico, y las más insólitas sin faltar á la precisión ni pecar tampoco de ampuloso. ¡Con qué facilidad y tersura discurre en sus romances, y cuán dulcemente se mueven, como arroyuelos de clarísimas aguas; pero, al mismo tiempo, con cuánta pujanza corren en los momentos más críticos, iguales al torrente que atraviesa escarpadas rocas! ¡Con cuánta animación y cuánta vida; con cuánta gracia y delicadeza se transforman sus redondillas y décimas, ya en réplicas y contrarréplicas, ya en amorosas quejas, ya en juegos burlescos y caprichosos! ¡Qué encanto tan armonioso el de sus liras y silvas! ¡Y con cuánta majestad se ostentan sus octavas, canciones é imitaciones italianas!

En esto, muy sencillo; cuando se siente fatiga intelectual por exceso de estudio hay tres medios de combatirla; primero, dejar la lectura, procedimiento moroso cuando el mal es intenso; segundo, hacer ejercicios físicos, procedimiento violento para restablecer el equilibrio de los centros nerviosos; y tercero, cambiar de lectura... leer alguna cosa sencilla... trivial... una novela, por ejemplo.

Jorge se ríe de este pequeño, empírico y trivial curso de historia natural. Pero hablábamos me dice del orden moral. Ocurre otro tanto. El espíritu y la razón tienen tantos grados y diferencias como criaturas existen en el mundo. Tampoco hay caracteres iguales, como no hay un timbre de voz igual a otro, ni una mirada igual a otra mirada. Nuestras almas son tan distintas como nuestros rostros.

Yo no sabía que otro me amase... otro... Todo esto es bien simple... muy triste también... No hay que guardarme rencor, Juan. ¡Vivimos tan futilmente nosotras, las jóvenes! nos conocemos apenas; no sabemos dirigirnos, y nadie nos guía en la educación de nuestro corazón; nuestras madres no se atreven... nada es, pues, más fácil que confundir un sentimiento trivial con el verdadero amor.

Pedíale un modo de escribir que ni fuese serio, ni jocoso, ni general, ni personal, ni largo, ni corto, ni profundo, ni superficial, ni alusivo, ni indeterminado, ni sabio, ni ignorante, ni culto, ni trivial; una quimera, en fin, y pedíale de paso un buen original francés de donde poder robar aquellas ideas que buenamente no suelen ocurrirme, que son las más, y una baraja completa de trasposiciones felices, de éstas que el Diablo mismo que las inventó no entiende, y que por consiguiente no comprometen al que las escribe... Pero estoy para que no debía de hacer más caso de mis oraciones la santa que el que hacen los cómicos de los artículos de teatros, porque ni venía musa, ni yo acertaba a escribir un mal disparate que pudiese dar contento a necios o a discretos.

Y era muy particular; estaba tan tranquila, sin pensar en semejante cosa, y por cualquier incidente, por una palabra sin interés o referencia trivial, le asaltaba la idea como un dardo arrojado de lejos por desconocida mano y que venía a clavársele en el cerebro. Era Jacinta observadora, prudente y sagaz.

El cabello, rubio, castaño, negro, tiene reflejos encantadores; pueden contarse sus hilos uno a uno, y la sencillez severa y elegante del peinado, saliendo de la rueda trivial y caprichosa, que cambia a cada instante, hace pensar que el dominio del arte no tiene límites en lo creado. Henos en el foyer.

Claro es que en la realidad, ó sea en aquella verdadera vida de la cual el artificioso microcosmos teatral sólo es trivial remedo ó mezquino trasunto, no siempre los hombres más altos son los más fuertes y temidos, ni hay ley fisiológica ninguna que se oponga á que de un cabeza de familia raquítico y aislado se derive una prole vigorosa y lucida.

Si yo fuese rico, daria por estos dos palmos de lienzo, tanto como dió el Louvre por la ASUNCION. Este pequeño cuadro vale más que la apoteosis de Rubens, no menos que la Vírgen que hemos visto hace poco. Apenas se concibe que pueda presentarse un pasaje tan trivial de la vida humana, de un modo tan encantador, tan elevado, tan filosófico, tan perfecto.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando