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Actualizado: 14 de junio de 2025


«Si ésta fuera más lista dijo la señora de Santa Cruz a su nuera , creo que le cazaba». Pero Jacinta era muy incrédula en este particular, y miraba tristemente a la pareja cuando pasaba. Al retirase, Moreno pudo hablarle un instante sin testigos. «Se hará lo que usted desea... Se ha de cumplir todo el programa... todo, hasta en lo que se refiere el nene. Tendrá usted su Morenito».

¿Pues qué, no sois vos viuda, señora? preguntó admirado el familiar. Padre fue, que no marido para , el buen esposo mío cuya muerte lloro, respondió tristemente doña Guiomar.

, yo soy Amparo me contestó dominándose y sonriendo tristemente; yo soy su protegida de usted. Y calló, me indicó el sofá, y fue a sentarse junto a él en un sillón. Seguimos guardando silencio por algún tiempo. Yo la contemplaba con asombro. Quisiera poder describirla. Pero es imposible.

Pero en una mujer de tan viva imaginación, ¿será el amor duradero? ¿Podrá resistir a la prosa continuada del matrimonio? ¿No habrá miedo de que algún día esta vehemencia, este fuego, que es la esencia de su carácter la despeñen, tristemente para ella y para , sobre todo para Como éste era el fondo de mis cavilaciones aquellos días, no es extraño que le sacase la conversación a Villa.

Tampoco el hombre "no" advierte del tiempo la brusca huida, ¡que al par que le da la vida, le va arrastrando a la muerte! Contemporáneo. Natural de la Pampanga. Lentamente se mustian mis pobres ilusiones Tristemente se mueren mis ensueños en flor... Y en todas mis endechas y en todas mis canciones Solo hay cantos de pena y quejas de dolor.

Pepita parecía arrepentida de la viveza de su protesta, pero callaba, aguardando á que fuese él quien reanudase la conversación. Tal vez quiera tu madre que Fermín Urquiola sea tu marido dijo el ingeniero tristemente. La joven aprovechó la ocasión para recobrar su voz tierna de enamorada. Con ese, nunca, ¡nunca!

¡Oh! no, no, señora exclamó la señora de Aubry aplaudiendo esta atrevida metáfora. El honor y la gloria son muy bellos en las novelas; pero yo prefiero con mucho un buen carruaje. , ciertamente, y es lo que decía esta mañana al general, al venir hasta aquí: ¿es verdad, general? Hum refunfuñó el general, que jugaba tristemente en un rincón, con el antiguo corsario.

La invitó á que se paseara, diciendo: Toma el aire, anda. De otro modo caerás enferma, y ¿qué dirá tu marido cuando se decida á venir? Herminia no respondió y sonrió tristemente.

He establecido a mi mujer en el campo, cerca de París, pobremente debo decirlo, añadió con aire de comparar la instalación de su casa con la de la mía, aunque ella era muy modesta y un poco tristemente, que por ella lo temo. Por eso apenas me atrevo a invitarle para que venga a visitarnos.

Cuando se trata de la reina, tío, no hay que pensar más que en servirla. Pues bien; ocúltate, que no puedan verte; aquí en este soportal. Y adiós; voy á ver ahora mismo á mi hermano Pedro. Quiera Dios, tío dijo tristemente el joven , que le encontréis vivo. Adiós, sobrino, adiós; nunca he sufrido tanto; quisiera irme y quedarme.

Palabra del Dia

rigoleto

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