Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de mayo de 2025


Harta razón tendrás para ello. Por debajo de la ficción verás palpitar la tremenda realidad, adivinarás los tormentos de tu padre y tu propia desdicha. Lo que para los demás es fábula más o menos divertida, para ti será triste y solemne confesión. Poco vale desde el punto de vista del arte, pero he gozado escribiéndola.

La Dorotea, destrenzados los cabellos, desarreglado el traje, iba de acá para allá pálida, sombría, llorosa, sin acuerdo de lo que hacía, obrando maquinalmente, irritada, poseída por una pasión tremenda. No vió ni al tío Manolillo ni á Montiño.

¡Es mi marido! Carola, fingiendo tremenda ira, comenzó a gritar: ¿Marido? Embustera, vieja, estantigua, si lo que paece usted es la estampa de las cuarenta horas. Y vuelto el rostro hacia dentro, añadió: Quintinito, hijo, mono, sal y pega un empellón a esta fiera.

Todavía no estaban abiertas las tiendas... Esperaría a que se levantase la señora... Insistió Lita... Y entre niña y niñera entablose una tremenda disputa, de la cual resultó llorando la niña... Al oírla, su mamá, que dormía en el cuarto contiguo con el oído siempre despierto, se apareció envuelta en elegantísimo peinador de blondas.

Todos los trabajos que se hicieron para hacer declarar otra cosa a D.ª Rafaela resultaron infructuosos. Cuando regresaban a su casa tropezaron a D. Dionisio Oliveros que salía de ella. El poeta venía a ponerse a disposición de sus amigos. Abrazó conmovido a Mario, y éste tuvo la satisfacción de escuchar de su boca estas palabras aladas: ¡Qué tremenda desgracia pesa sobre su cabeza, amigo Costa!

Conocedor Nicolás de la tremenda noticia, le faltó tiempo para pegar la hebra de su soporífero sermón, sólo interrumpido cuando Papitos trajo la ensalada.

El gigante Cabeza Negra, cubierto de hierro y con una tremenda maza, anonadaba á cuantos se ponían á su alcance; cada golpe de su maza derribaba una víctima. Por estribor se había lanzado al abordaje con no menos ímpetu el genovés Carleti, bajo de estatura, pero cuyos anchos hombros, robusto cuerpo y membrudos brazos denotaban su fuerza.

Si Eleuterio fuera a Agricultura, , se arreglaría todo; porque estando él en el gobierno nadie se atrevería a mover a mis yernos. Pero, hijita, no se sabe nada; no hay manera de saber nada. ¡Qué cosa! ¿no? ¡Es una cosa tremenda! Luego, Eleuterio es así; no da un paso; no hace ninguna gestión; espera tranquilo.

Pero el Tuerto, á quien el llanto de su padre y el recuerdo de sus hijos estaban martirizándole el alma, temiendo ceder al cabo al peso de la aflicción que ya enturbiaba sus ojos, al ver el poco efecto que en el patrón habían hecho las órdenes anteriores, ¡Larga! gritó con ruda y tremenda voz, dominando con ella los alaridos de tierra, y fijando su torva mirada en el viejo marino.

Luján lanzó un alarido horrible, incomprensible en el aparato eufónico de un niño, y se quedó con el pelo erizado y los brazos rígidos y extendidos hacia aquella ola inmensa que barría del mundo a un inocente, cumpliendo una tremenda justicia de Dios.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando