Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de mayo de 2025
Os engañáis; el rey tendrá ocasión de veros con mucha frecuencia. ¿Como esposo vuestro? Por eso no tiene el rey que veros. Pero sí como capitán de la guardia española. ¡Ah! ¡conque yo soy capitán! Tal vez después de saber quién sois, no queráis ser soldado: Por el contrario, señora, tengo obligación de servir al rey.
¿Y un milagro es lo que ese señor ha menester? dijo Cervantes. Y tan milagro, que sería más fácil resucitar a un muerto. Pero ya, señor hidalgo, que yo he visto que sois tan amigo de la señora doña Guiomar, hablaros quiero, y de tal cosa, que importa grandemente a esa vuestra amiga y a vos; y venid donde nadie pueda oírnos, que más de lo que pensáis el secreto importa.
Pues, ¡por Dios que han de ver esos señores que acá los envían si soy yo hombre que se espanta de leones! Apeaos, buen hombre, y, pues sois el leonero, abrid esas jaulas y echadme esas bestias fuera, que en mitad desta campaña les daré a conocer quién es don Quijote de la Mancha, a despecho y pesar de los encantadores que a mí los envían.
El abate se dirigió hacia la puerta, la abrió y retrocedió como ante una aparición inesperada. Era Bettina, que en el acto vio a Juan y se dirigió derecho a él. ¿Sois vos?... ¡Oh, cuánto me alegro!
Puede uno pensar en casarse, pero no debe buscar con quién casarse. Sin embargo, hay gente que busca... sí, os lo aseguro; sin ir más lejos, a vos os han buscado para casaros. ¿Cómo sabéis? ¡Ah! ¡Conozco tan bien vuestra historia! sois lo que se llama un buen partido, y lo repito han querido casaros. ¿Quién os lo ha dicho? El señor cura. Mi padrino ha hecho mal dijo Juan, con cierta vivacidad.
Pues ¿y el castillo de Monleón, en Picardía, que parecía un cerro y que batimos, tomamos y saqueamos los soldados de Sir Roberto Nolles, antes de que existiera la Guardia Blanca? De allí saqué yo unos arreos de caballo, de plata maciza, que me valieron cien ducados. ¿Sois vos el arquero Aluardo? le preguntó en aquel momento un ballestero que acababa de cruzar el patio del castillo.
Mas nosotros tenemos el entendimiento del Cristo. 3 porque todavía sois carnales, pues habiendo entre vosotros celos, y contiendas, y divisiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo; y el otro: Yo de Apolos; ¿no sois carnales? 6 Yo planté, Apolos regó; mas Dios ha dado el crecimiento.
18 Y aun a príncipes y a reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio a ellos y a los gentiles. 19 Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar. 20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
El escándalo fue tan grande, que el marido se retiró a la casa de sus padres y la Marquesita pudo por fin vivir a sus anchas. Márchate la dijo un día su primo Dupont. Tú y tu hermana sois nuestra deshonra. Huye lejos, y donde estés yo te enviaré lo necesario para que vivas. Pero Lola contestó con un ademán impúdico, gozándose en escandalizar a su devoto pariente.
Os prevengo, pues, que tengo la intención de traerlo... aquí mismo, a este banco continuó, sonriendo, y hablarle, más o menos, como vos lo hicisteis con Richard. La prueba salió bien, Zuzie... sois enteramente feliz, y yo también quiero serlo. Richard, ¿Zuzie os ha hablado de M. Reynaud? Sí, me ha dicho que de ningún hombre pensaba tan bien como de éste, pero...
Palabra del Dia
Otros Mirando