Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 30 de septiembre de 2025


Por encima de las aguas casi invisibles del riachuelo, entrelazaban su tupido ramaje las clemátides y madreselvas silvestres y se hacía tan espeso en aquel sitio el bosque de hayas y otros árboles, que reinaba allí una oscuridad verdaderamente crepuscular.

Empezaba a hacer los juicios a que daba ocasión esta extraña conducta de la Virgen, cuando oyó una voz varonil y chillona que decía: ¡Florentina, Florentina! Aquí estoy, papá; aquí estoy comiendo moras silvestres.

Don Pedro atendía a satisfacer sus menores deseos: en ocasiones se mostraba hasta galante, trayéndole las flores silvestres que le llamaban la atención, o ramas de madroño y zarzamora cuajadas de fruto. Como a Nucha le causaban fuerte sacudimiento nervioso los tiros, no llevaba jamás el señorito su escopeta, y había prohibido expresamente a Primitivo cazar por allí.

Murieron cuatrocientos naturales En solo aqueste pueblo, en despoblado Murieron otros muchos, y animales Silvestres, y domèstico ganado. Con estos terremotos y señales, Al pueblo y Perú desconsolado, Y muchos dicen, ya quiere acabarse El mundo, y el juicio apresurarse.

En estos bosques, así en los que se hallan en las alturas como en los valles o quebradas, se encuentran muchas maderas de varias especies, a propósito para construcción de embarcaciones, fábricas de casas y muebles; algunas bastante preciosas, que para especificarlas todas se necesitaba una prolija relación que omito, porque hasta con que usted sepa que en maderas y frutas silvestres son estos montes unos mismos con la provincia del Paraguay.

Siguiendo el curso del arroyo, y sobre todo en las hondonadas, hay muchos álamos y otros árboles altos, que con las matas y yerbas, crean un intrincado laberinto y una sombría espesura. Mil plantas silvestres y olorosas crecen allí de un modo espontáneo, y por cierto que es difícil imaginar nada más esquivo, agreste y verdaderamente solitario, apacible y silencioso que aquellos lugares.

Poseía una gracia ingénita que no siempre acompaña á la belleza perfecta: su traje, á pesar de su sencillez, despertaba en el que la veía la idea de que era precisamente el que más le convenía. Pero la tierna Perlita no estaba vestida con silvestres hierbas.

Estos pueblos por su situación son los de menos proporciones para su adelantamiento: no tienen yerbales silvestres, campos para vaquerías, ni cómo extraer maderas, porque, por lo peligroso del Uruguay, sobre cuya costa están sus montes, nunca se ha intentado enviar a Buenos Aires; conque sólo la agricultura e industria les han de producir su subsistencia.

Pusiéronse nuevamente en camino con esta resolución por una senda estrecha y difícil de un bosque espesísimo, con no pequeño trabajo; y después de caminadas pocas leguas, perdieron el rastro de la senda, no sabiendo dónde estaban, ni por dónde tomar rumbo, por cuya causa anduvieron perdidos por espacio de un mes entero, ya trepando por fragosas montañas, ya metiéndose por lo más interior del bosque; sin tener otra cosa que comer sino hojas de árboles y raíces silvestres, ni en qué descansar y tomar un corto sueño sino una red colgada de un árbol, á cielo descubierto.

Las cabras silvestres, en sus alturas inaccesibles, saltaban de meseta en meseta, y únicamente cuando rodaba el trueno en el azul sombrío y los rayos como serpientes ígneas bajaban con veloz angulosidad a beber en el inmenso abrevadero del mar huían las tímidas bestias con balidos de terror a refugiarse en las oquedades cubiertas por el ramaje de las sabinas.

Palabra del Dia

neguéis

Otros Mirando