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Actualizado: 27 de junio de 2025
»En esta sazón, vino a nuestro pueblo un Vicente de la Rosa, hijo de un pobre labrador del mismo lugar; el cual Vicente venía de las Italias, y de otras diversas partes, de ser soldado.
Marianela no dijo adiós a nada, y como en la casa no estaba a la sazón ninguno de sus simpáticos habitantes, no fue preciso detenerse por ellos. Florentina salió llevando de la mano a la que sus nobles sentimientos y su cristiano fervor habían puesto a su lado en el orden de la familia, y la Nela se dejaba llevar sintiéndose incapaz de oponer resistencia.
A lo que dijo don Quijote: -Caballero andante he de morir, y baje o suba el Turco cuando él quisiere y cuan poderosamente pudiere; que otra vez digo que Dios me entiende. A esta sazón dijo el barbero: -Suplico a vuestras mercedes que se me dé licencia para contar un cuento breve que sucedió en Sevilla, que, por venir aquí como de molde, me da gana de contarle.
Pasó por allí á la sazón el ejército de Riego, y aquellas tropas excitaron su curiosidad. Preguntó; le dijeron que eran los soldados de la libertad, y esto resonó en sus oídos con cierta agradable armonía. "Me voy con ellos", dijo á sus padres. Estos eran muy pobres, y contestaron: "Hijo, vete con Dios, y que El te haga bueno y feliz; pórtate bien, y no te olvides de nosotros."
-Por esa sola gracia -dijo a esta sazón don Quijote-, merecía ese mancebo no sólo casarse con la hermosa Quiteria, sino con la mesma reina Ginebra, si fuera hoy viva, a pesar de Lanzarote y de todos aquellos que estorbarlo quisieran.
En sentir del primero, la obrita contiene «muchas cosas de mucha moralidad y enseñança, escritas con la sazón y variedad que de tal ingenio se podían esperar.
-En eso no hay duda -dijo a esta sazón Sancho-, porque desde que mi señor le ganó hasta agora no ha hecho con él más de una batalla, cuando libró a los sin ventura encadenados; y si no fuera por este baciyelmo, no lo pasara entonces muy bien, porque hubo asaz de pedradas en aquel trance.
«¡Qué estúpida es! Me toma por un espía, a causa de mis gafas azules. No comprende que un hombre puede llevar gafas azules por estar enfermo de la vista. Es tan cándida, que se hace traición. ¡Y pensar que pretende salvar a la humanidad! ¡Necesita aún una niñera esta revolucionaria! No estamos en sazón todavía para la revolución.
Quedose, pues, sentada, paseando su mirada indiferente de una a otra parte de la sala, deteniéndola ahora en un grupo, ahora en otro de circunstantes y fijándola más particularmente en el pianista que ejecutaba a la sazón la sinfonía de Semíramis. Pocas veces había presentado el salón de los señores de Elorza aspecto tan brillante.
»Entonces fué cuando todos los ingenios se ciñeron para buscar en ella su interés ó su aplauso. Los empleos, la profesión y el estado no detenían á ninguno en esta senda de gloria, y, animados todos por la protección y la recompensa, se vió hasta dónde podía llegar en aquella sazón el talento ayudado de la opinión y del poder.
Palabra del Dia
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