Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de junio de 2025
En el desarrollo de los graves acontecimientos que se suceden en Mindanao y en previsión de futuras contingencias, deben tener presente los Gobiernos y la prensa, que viene á ser quien más ilustra la opinión, que no es sólo en el N. de Africa donde se ofrece un gran porvenir á los intereses sagrados de la Patria.
Pero figúrese usted que me ve: toda una madre de familia: me pongo muy seria, riño mucho, las castigo con tratarlas secamente, y las premio con un beso. ¡Ah! ¡Ah! Y paso buenamente la vida: no sé si es soberbia, pero se me figura, creo que el magisterio cuando se ejerce sobre niños es un sacerdocio que impone sagrados deberes; ¡y es tan dulce el cumplimiento del deber!
Ya ve Petrona que en vez de una charlatana, como ella me llama en su colérica carta, he sido prudente y he obrado con suma discreción, velando por los intereses, siempre sagrados, de la patria. Lo inconveniente, por lo tanto, hubiera sido guardar el secreto, ocultando que los deseos de todo el mundo y de don Eleuterio son felizmente coincidentes.
Su acento era gracioso y picaresco; su voz escasa, pero argentina, juvenil, y no viciada por los esfuerzos ni la mala enseñanza. No era voz potente ni de gran extensión, pero sí dulcísima, alegre y fresca, como debieron de ser las de aquellas ninfas que en la antigüedad jugueteaban llamando a su compañera Eco, corriendo y ocultándose tras los troncos de los bosques sagrados.
Y san Agustin confiesa, que la infalibilidad la atribuye á los libros sagrados; pero que en cuanto á las obras de los hombres, por mas alto que rayen en virtud y sabiduría, no por esto son mas obligados á tener por verdadero todo cuanto ellos han dicho ó escrito. Pág. 142.
De súbito, rebelose mi corazón por la idea de un deseo no cumplido de aquella santa mujer después de su transfiguración, e igualmente contra la idea de no poder ver aquellos sagrados restos más que al través de la multitud de muertos desconocidos o indiferentes.
¡Ay Isidora! ¿Qué significó ese susurro de carcajadas que sentiste dentro de ti?... ¿Era que empezaba a comprender la posibilidad de consolarse sin renunciar a sus ideas? ¡Oh, no! Antes morir que abandonar sus sagrados derechos. «¡Las leyes! pensó . ¿Para qué son las leyes?». Esta idea le infundió algún contento.
Yo soy capaz de darles lo que desean, y más aún. ¡Pero que no me lo pidan; que no me lo exijan! Eso es negar mis sagrados derechos de amo... A mí el dinero me importa poco, y la prueba es que antes que ceder, mejor quiero que se pierda la cosecha de Marchamalo.
Y en cuanto á él, cuyos lazos de unión con la mujer delincuente habían sido los más estrechos y sagrados que puedan darse, ¿por qué presentarse á reclamar una herencia tan poco apetecible? Resolvió, por lo tanto, no dejarse exponer en la picota de la infamia al lado de la que en un tiempo fué su esposa.
Pero qué menos obedecen á los sagrados Cánones, ni á sus decretos? haciendo mercancías de perlas, rubíes y diamantes, que se traen de las Indias, porque es opinion evidente que la mayor parte de las perlas preciosas que se venden en Venecia son de estos padres, lo que se ha sabido de aquellos de quien se han servido y sirven de corredores.
Palabra del Dia
Otros Mirando