Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de junio de 2025


Pues llega la comida y los cautivos, Y salen al encuentro luego todos: Estaban ya diez menos de los vivos, Y aquestos de dos mil suertes y modos. Los padres con los hijos son esquivos, Los unos y los otros como lodos Los rostros; manos, pies, todos temblando, Los ojos hácia el cielo levantando.

Sobre el hule que cubría la camilla estaba el rosario de Tirso y un librito de lecturas devotas, con las tapas abarquilladas y mugrientas. Hablemos bajo comenzó diciendo Pepe. Y el diálogo prosiguió en frases mortecinas, cobrando, en cambio, los rostros toda la energía que faltaba a la expresión de las palabras.

que mi hijita de cuatro años me recitaba, era nada menos que del inmortal autor del canto al «¡Niágara!». Más de una vez, al pasar, había admirado la maravillosa facilidad de esas composiciones puras y cándidas como los espíritus angelicales que debían entretener; más de una vez pensé vagamente en el caudal de ternura que debía existir en el alma de ese dulce y familiar poeta anónimo, iluminando, desde la sombra, millares de rostros infantiles, era Pombo, era uno de los más grandes poetas que hayan escrito en español...

No se distinguen los rostros, son los ademanes de una rara lentitud y las figuras parecen vestir túnicas de niebla. DO

En su más lejano extremo, un grupo de servidores del Duque, dos o tres de los cuales llevaban las luces de que he hablado y los otros tres o cuatro estaban armados con largas picas dirigidas hacia adelante, en actitud defensiva. Formaban apretado grupo y la palidez de sus rostros denotaba la agitación de que estaban poseídos.

Me asomé por la puerta que daba al patio y vi muchos hombres vestidos rigurosamente de negro que se congregaban en pequeños grupos, saludándose reverenciosamente los unos con los otros; todos parecían estar muy tristes y pensativos, a juzgar por la gravedad de sus rostros.

Una mañana, los tripulantes que limpiaban la cubierta hicieron pasar un grito de la proa á la popa. «¡El capitánLo veían aproximarse en un bote, y la voz se extendió por cámaras y corredores, dando nueva fuerza á los brazos, animando los rostros soñolientos. El segundo salió á la cubierta y Caragòl sacó la cabeza por la puerta de la cocina.

Su espíritu, y especialmente su memoria, tenían una actividad casi sobrenatural, y la llevaban á la contemplación de algo muy distinto de lo que la rodeaba en aquellos momentos, lejos de esa pequeña ciudad, en otro país donde veía otros rostros muy diferentes de los que allí fijaban en ella sus implacables miradas.

Y luego, agachándose a mis pies, me contó en un flujo de palabras roncas su aflicción: mientras yo dormía se esparció por la ciudad el rumor de que un extranjero, el «Diablo extranjero» había llegado con bagajes cargados de tesoros... Ya, desde el comienzo de la noche, él había entrevisto rostros ansiosos, de ojos voraces, rondando la barraca, como chacales impacientes... Y ordenó a los koolíes que atrincherasen la puerta con los carros de los bagajes, formados en semicírculo a la manera tártara.

Hay laumedones de ojos, decídselo vos, que se enamoran por debajo de las faldas de los sombreros, haciendo señas con las manos y visajes con los rostros, torciéndose los mostachos, dando la mano en el aprieto, la capa en el camino, el regalo en el pueblo, y sin hablar palabra en todo el año

Palabra del Dia

dermatológicas

Otros Mirando