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Actualizado: 12 de junio de 2025
Pero reflexiona un poquito y verás que no hay otro camino... Allí estará tan ricamente, bien comido, bien abrigado... Ayer le di a Guillermina cuatro piezas de paño del Reino para que les haga chaquetas. Verás que guapines les va a poner. ¡Y que no les llenan bien la barriga en gracia de Dios! Observa, si no, los cachetes que tienen, y aquellos colores de manzana.
Zurita nombra los principales personages que concurrieron, y entre los aragoneses menciona á D. Lope de Luna hijo y heredero de D. Artal de Luna, que tuvo en esta fiesta gran caballeria y estuvo, ricamente apuesto, y tambien nombra á D. Pedro Fernandez de Bergua, uno de los ascendientes de D. Martin de Lanuza comprendido en la proscripcion de 1591.
Al punto determinó salir en busca de alguna cosa para aderezar la cena. ¡Muy bien, excelente idea! ¡Mariano y ella cenarían tan ricamente en su cuarto, solos, y sin rozarse con aquella gente ordinaria! Pero sobrevino la más grande contrariedad que en vísperas de un banquete puede ocurrir. Isidora no tenía dinero.
Al poco trecho, el bufón llegó á una puerta, tiró de un cordel y la puerta se abrio; siguióle Juan Montiño, el bufón cerró la puerta y subió por unas escaleras, seguido del joven, á un hermoso recibimiento, y de allí á una sala ricamente alhajada. Sobre los sillones había algunos trajes relumbrantes, á todas luces trajes de teatro, y sobre una mesa joyas en desorden y botes de perfumes.
Morsamor, persistiendo en su propósito, no dejó de tomar veinte hermosos caballos ricamente enjaezados, para llevárselos de presente a don Duarte, cuando se presentase ante él en Goa, como pensaba hacerlo, con la noticia de aquel triunfo.
Con los ojos dilatados por el espanto contempló Roger aquella conmovedora escena; el obeso personaje ricamente vestido, el grupo de ballesteros que miraban indiferentes, teniendo asidas las riendas de sus caballos; la viejecilla, tan espantada como él, que esperaba el final del sangriento drama sentada á un lado del camino y por último el malhechor de pie, atados los brazos y pálido como un muerto.
De un instrumento músico ricamente trabajado de una madera aromática, salen gratas impresiones para el oido, la vista, el tacto y el olfato; lo uno no destruye ni altera lo otro; si suponemos pues que el mismo objeto está en nuevas relaciones con nuestra organizacion, produciendo en el alma impresiones nuevas, ¿por qué será imposible que existan estas junto con aquellas?
No, vos no dijo alentando apenas la duquesa ; decid á la señora condesa de Lemos que entre. Poco después entró una joven como de veinticuatro años, hermosa, viva, morena, ricamente vestida, y sobremanera esbelta y gentil. A la primera mirada comprendió que sucedía algo terrible á la duquesa. ¿Qué es esto, señora? la dijo ; estáis pálida, mortal, tembláis... ¿qué os ha sucedido?
Y buscando más, halló un librillo de memoria, ricamente guarnecido.
Pues estamos de doble enhorabuena: confío en que sabrás manejar al rey. ¡Oh, ya lo veremos! No me ocultes nada. ¿Y cómo? ¿Qué soy yo sin ti? Don Rodrigo es lo que más nos conviene. Serviré á don Rodrigo. Creo que este asunto esté concluído; y ahora recuerdo que me han dicho que contigo venía una mujer joven, hermosa, ricamente vestida.
Palabra del Dia
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