United States or Brunei ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ademas hay tantas eventualidades que V. no lleva en cuenta.... Pero ¿qué eventualidades, señor? si nos atenemos á un simple puede ser, nada llevaremos adelante; todos los negocios tienen sus riesgos; pero repito que aquí no alcanzo á ver ninguno con visos de probabilidad.

El Duque algo impaciente, jugando nerviosamente con el gorro que tenía en la mano, replicó: Repito que lo siento mucho, señora.

Repito a usted, pues, que la justicia no tiene en adelante cuentas que pedirle. Es evidente que el tiempo que ha pasado usted aquí dentro no podrá serle grato; pero supongo que no habrá dejado de ser fructuoso para sus estudios sociales. Sin pronunciar una palabra, sin un movimiento que demostrara su placer, impasible, inmóvil la nihilista fijaba la mirada en el juez.

¿No es la España del pasado, lo repito? ¡Id a dar una serenata en Buenos Aires, bajo la luz eléctrica, en medio de un millar de transeúntes y en combinación con las cornetas de los tranvías! Uno de mis amigos de Bogotá, queriendo organizar una serenata para la noche siguiente, llamó a un director de orquesta especialista y le pidió su presupuesto.

Adiós... Oye una palabra... Aunque te repito que puedes hacer lo que gustes, debo advertirte que el marcharte ahora no me parece muy decente... Es ya noche, como ves, y cualquiera, viéndote salir de mi casa de ese modo, podría suponer que te he echado de ella. Pierde cuidado. Ya me encargaré de decir á todo el mundo que he salido por mi gusto.

Yo también siento irme y perder esta última tarde que creía poder pasar con vos. ¡Pero ya que es preciso!... mañana volveré a saber de vuestra hermana. Ella misma os recibirá. Os repito que no es nada lo que tiene. Pero no os escapéis tan pronto, os ruego; concededme siquiera un cuarto de hora de conversación. Tengo que hablaros. Sentaos ahí y escuchadme.

Te repito, pues, que seguí tu consejo de coquetear, no por reflexión, sino por instinto; no con estudio y cautela, sino ciegamente y poniendo en ello todo mi ser y toda mi alma. Todavía, si el Conde hubiera sido pobre como yo, obscuro como yo, menesteroso como yo, yo le hubiera dicho: cásate conmigo; pero siendo quien es, me repugnaba decírselo.

Como quiera, repito que el nombre nada importa, aunque no seria difícil encontrar algun autor grave que ha dado al criterio de evidencia el título de sentido comun; lo que deseo es consignar esa ley de nuestra naturaleza que nos inclina á dar asenso á ciertas verdades, independientes de la conciencia y del raciocinio.

Casi no hay en ella lo que se llama enredo o argumento. Todo se reduce a la pintura de un extraño carácter. No si el autor, por habilidad o por instinto, acierta a no identificarse con «Quitolis» y a no responder de lo que «Quitolis» sentía y pensaba. No aseguraré yo tampoco si agradará esta novela, donde repito que apenas hay lances a cuantas personas la lean con atención.

Pero, doctor le interrumpió L'Ambert, ¿y si no fuera ese el origen de mi mal? ¿y si sólo se tratase de una coincidencia fortuita? ¿No habéis dicho vos mismo que a veces la teoría...? He dicho, y lo repito, que en el estado actual de los conocimientos humanos, vuestro caso no admite ninguna explicación lógica. Es un hecho cuya ley se desconoce.