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Actualizado: 5 de octubre de 2025


¿Eso es lo que estabas reparando, desaborío? ¿Por qué no lo has soltado antes y me has tenido asustada con esos ojos de alma del otro mundo? No me engañes, Soledad... has tenido un disgusto repitió Uceda mirándola fijamente. Soledad siguió riendo con afectación sin responder. ¡Hace tanto tiempo que estudio en tu semblante!

La vida había recobrado su curso regular, cicatrizando las heridas, reparando los desastres, amortiguando la amargura de las añoranzas. Ya no se conspiraba, se censuraba apenas; se esperaba. Finalmente, en un ángulo del salón había una mesa de juego para los hijos, y allí cuchicheaba, mientras se barajaban los naipes, el grupo joven, los representantes de lo porvenir, es decir, de lo desconocido.

Sin duda, este pecador está herido de muerte, pues vomita sangre por la boca. Pero, reparando un poco más en ello, echó de ver en la color, sabor y olor, que no era sangre, sino el bálsamo de la alcuza que él le había visto beber; y fue tanto el asco que tomó que, revolviéndosele el estómago, vomitó las tripas sobre su mismo señor, y quedaron entrambos como de perlas.

Si yo fuera el marido dijo don Cleofás , más los tuviera por gatos que por músicos. Agora te parecerán galgos dijo el Cojuelo , porque otro competidor de la sastra, con una gavilla de seis o siete, vienen sacando las espadas, y los Orfeos de la maesa, reparando la primera invasión con las guitarras, hacen una fuga de cuatro o cinco calles.

El uso del paraguas para preservarse del sol, que mas tarde lo en América, donde se entiende, existe tambien en Lisboa. Otra plaza notable tambien es la de Don Pedro: uno de sus frentes le ocupa un teatro que estaban reparando cuando yo le .

Deshacíase en lágrimas la triste, y Cervantes no podía ver si era joven o vieja, porque a más del manto que su cabeza cubría, caíanla sueltas sobre el semblante dos grandes y pesadas crenchas de negrísimos cabellos; pero reparando bien, y Cervantes reparó, porque tenía el alma viva y potente, y aunque la embargase un cuidado, perspicacia hallaba y reflexión y fijeza para lo que ante él de súbito aparecía, sacábase en claro, que joven y hermosa debía ser, porque unos tales, tan ricos y tan sedosos cabellos, parte eran de una hermosura, y demostración de juventud, y Dios no da comúnmente de una hermosura una parte, sin dar también las otras partes que a un hermoso todo contribuyen.

El Duque seguía enfilando su monocle a todos los rincones, presenciando los preparativos del desfile, con la curiosidad atenta de un inteligente en pintura. Al fin, reparando en el numeroso pelotón que por todas partes los estrechaba, dió orden de marchar, pero lentamente, al paso de los romeros. Quería ver todo aquello, no por hermoso, sino por nuevo.

Consíguelo, en efecto, y su cadáver es solemnemente sepultado al presentarse el Rey, que llega á libertar á Tarifa, reparando en lo posible la injusticia cometida antes contra Guzmán, cuya fidelidad ha sido probada de una manera tan brillante, y que desde entonces adquiere el sobrenombre del Bueno.

No se inquietó gran cosa, pensando que la presencia benigna del marino encalmaría bien pronto aquella tempestad. Empezó a vestirse lentamente delante de un espejito tan pequeño que se iba viendo en él «por entregas», y reparando en ello se sonreía.

Entonces, reparando el marino en la profunda alteración de sus facciones, observó: también pareces enfermo.... El médico perdió su aplomo hasta el punto de no saber qué contestar, y la despedida resultó fría y penosa. Todo el resto de aquel día se pasó en Rucanto en una tesitura violentísima, pero sin una voz levantada, sin un insulto echado a volar.

Palabra del Dia

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