United States or Mauritius ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ayer monarca de los bosques eras, dispensador de sombra regalada, lecho hojoso del aura enamorada, bulliciosa ciudad de aves parleras. Hoy, triste, escueto, ni volver esperas a tu pomposa juventud pasada; de desnudéz imagen desolada, y esqueleto de muertas primaveras. Mas no llores tu verde lozanía, ni las ausentes auras voladoras, ni tu diadema de follaje vano.

La diferencia de temperatura del exterior al interior del coche, empañaba con un velo de tul gris la superficie del vidrio; y el viajero, cansado quizá de fundirlo con su hálito, se dedicó nuevamente a considerara la dormida, y cediendo a involuntario sentimiento, que a él mismo le parecía ridículo, a medida que transcurrían las horas perezosas de la noche, iba impacientándole más y más, hasta casi sacarle de quicio, la regalada placidez de aquel sueño insolente, y deseaba, a pesar suyo, que la viajera se despertara, siquiera fuese tan sólo por oír algo que orientase su curiosidad.

Los escritores de los siglos XVI y XVII omiten muchas veces el sustantivo a que se refieren los numerales, cuando se trata de azotes o de ducados, reales u otra moneda: "poner la espalda y esperar ducientos", Rev. de Fil. Esp., III, 192. "Acomodáronme las espaldas con ciento", Quijote, 1.^a, XXII. "Viuda tan regalada Y que come descansada Tres o cuatro mil de renta."

Es aquesta ciudad tan regalada, Que mi pluma escribirlo aquí no osa: Algunos, por baldon con mal aviso, La llaman de Mahoma paraiso. Poblóse de muy buena y noble gente, En tiempo de D. Pedro de Mendoza, Aunque hay, como sabemos, al presente En abundancia ya de toda broza.

Carmen descansaba en regalada quietud, tal vez soñando con el Dios bienhechor y piadoso de las almas buenas, y Salvador, inflamado de anhelos, saboreaba la inmensa felicidad de luchar y de sufrir con la esperanza en los brazos.

Se me acabó la ambición; no siento apetito de gloria; no aspiro á ser del vano dedo señalado; tengo más bienes de fortuna de los que necesito; estoy sediento de reposo, de obscuridad y de calma, y por todo esto me retiro á Villabermeja; pero no para hacer penitencia, sino para darme una vida regalada, tranquila, llena de orden y bienestar, cuidándome mucho y viendo lo que dura un Comendador Mendoza bien conservado.

Allí le dolieron materialmente, si bien con un dolor y con un sobresalto mixtos de traidora inquietud y de regalada dulzura. Don Luis apresuró el paso a fin de no llegar muy tarde, y pronto se encontró en la población. El lugar estaba animadísimo.

En una isla pequeña despoblada Saltando, un fuerte hace de repente: La gente Lusitana congregada Le envía á ofrecer alegremente, Que de ellos ha de ser muy regalada, Que lleve donde estan toda su gente. No quiere sus regalos, les responde, Y la plata tierra bien la esconde.

Con el último acento de aquella vieja canción castellana, doña Alvarez exclamó: ¡Pascua de flores, ángel de alcorza! ¡Quién fuera vuestro galán para escuchar a vuestras plantas ese blando tañer y esa voz tan regalada, que hace correr las lágrimas de puro deleite! Yo de uno que daría las niñas de sus ojos por sólo haberos escuchado agora, señora mía. ¿De Ramiro dices? preguntó la doncella.

Como me vi suelto, corrí a él, rodéele todo, sin osar llegarte con las manos, acordándome de la fábula de Isopo, cuando aquel asno tan asno, que quiso hacer a su señor las mismas caricias que le hacía una perrilla regalada suya, que le granjearon ser molido a palos. Parecióme que en esta fábula se nos dio a entender que las gracias y donaires de algunos no están bien en otros.