Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Este, á mi parecer, es el verdadero número; porque seis mil y quinientos soldados de paga, es cierto que llegaron hasta el número de ocho mil con los criados y familia de los Capitanes, y Ricos hombres.

Me ha costado Dios y ayuda hacer entrar en razón al Sr. Izquierdo. Por fin se contenta con seis mil quinientos reales. Lo que sobra de los diez mil reales es para , que bien me lo he sabido ganar... Con que mañana, yo iré después de medio día; ve también con los santos cuartos. Púsose Jacinta muy contenga. Había realizado su antojo; ya tenía su juguete.

¿Me darán por todo esto quinientos nacionales? decíase pensativa, más quizá, porque las caravanas son muy buenas... a Quilito le harán falta... a ver... unos... tres mil nacionales; ¡es una enormidad! me parece que no puede ser más; ¡imposible!

Estos, divididos en varias subcomisiones, iban á dirigir á quinientos carpinteros encargados de fabricar, antes de que llegase la noche, una mesa y una silla apropiadas á las dimensiones del gigante, y á una tropa igualmente numerosa de colchoneros, que en el mismo espacio de tiempo fabricarían una cama digna del recién llegado.

Por lo cual le exigieron quinientos pesos de rescate por medio de un campesino asegurando que si algo le pasaba al mensajero, el prisionero lo pagaría con su vida. Daban dos días de tregua. La noticia sumió á la pobre familia en el mayor terror y más aun cuando se supo que la Guardia civil iba á salir en persecucion de los bandidos.

En la cual se enterraban los señores principales en los patios y aposentos, excepto donde el ídolo estaba; y el dia quel ídolo se puso en la casa, entraron en la ciudad, que no lo saben ni pueden inumerarlo, mas que dicen que la vez que ménos ovejas y corderos allí sacrificaron, que pasaba de más de quinientos.

El enfermo se incorporó en su lecho, y con cierta exaltación dijo al prestamista: «Amigo, ¿cree usted que mi tía, la que está en Puerto Rico, ha de dejarme en esta situación cuando se entere? Ya estoy viendo la letra de cuatrocientos ó quinientos pesos que me ha de mandar. Le escribí por el correo pasado. Como no te mande tu tía quinientos puñales pensó Torquemada.

¿Y por qué? ¿Acaso me vendréis á decir, á quererme hacer creer que la señora María y vos no tenéis mil y quinientos doblones? La dificultad no es el dinero, sino la seguridad de él; nosotros no conocemos la letra de la reina, y vos... Yo no la conozco tampoco. Señor Francisco, vos sois más en palacio que cocinero del rey. ¡Y bien! ¿Qué? no quiero meterme en este negocio.

Eran los camarotes de las francesas, señoritas ordenadas y de buenas costumbres, que se acostaron sin presenciar el baile y estaban durmiendo con la honrada tranquilidad de un industrial en vacaciones. «Cien marcos», proponía uno. «Quinientos cincuenta», insinuaba otro, enfurecido por el silencio. «Mil... Dos mil...» Los dejamos soltando cifras ante las puertas obscuras e inmóviles.

Para lo segundo podrá estipularse por regalia de estas licencias; y cuando no, menos costo le ha de tener al Rey pagar el flete cuando se le ofresca, que mantener unas embarcaciones, que le han de importar el todo de cada una al año seis mil pesos, y el flete por mucho que suba no ha de llegar á quinientos.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando