Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de mayo de 2025


Y te juro que nunca trataré de imponerte la mía, aunque me fuera en ello la vida entera... ¡Qué más he de decirte? ¿Lo encuentras poco todavía... para perdonarme... y para quererme como siempre me has querido? ¡Virgen María!... ¡Papá del alma!... ¡Si supieras!... Bermúdez no podía contestar a Nieves con palabras, porque no hallaba medio de articular la más sencilla.

Es decir, quererme..., no..., aunque , como se quiere al primero..., la novedad, la sorpresa, el despertar de los sentidos..., pero yo buscaré modo de darle a entender que no me ha engañado. ¡Cómo se habrá reído de ! Aunque no sea más que un cuartito de hora tengo que hablar con ella y decirle: ¿Conque me querías tanto..., estabas loquita..., a solito?... ¡Embustera!

Que si se decide a quererme... usted no se decidirá, pero si se decide, tenga cuidado de no decírmelo de sopetón... porque me moriré de gusto... Sería como una descarga eléctrica. Estese tranquilo... , se lo iré diciendo poco a poco... preparándole, como cuando se dan malas noticias...

«Usted dirá» volvió a indicar Joaquín, dejando a un lado la cajita y tomando las manos de Isidora. Esta se puso a temblar, tuvo miedo, porque Joaquín se le hizo más guapo, más seductor, más caballero, revistiéndose de todas las perfecciones imaginables. «¿Me porto mal dijo él con voz blanda ; me porto mal en pago de la ofensa que usted me hizo despidiéndome y diciéndome que no podía quererme?».

Cuando tornaba, Andrés, que había vuelto un poco en su acuerdo, se levantó y, saliéndola al encuentro y tomándola por las manos, le dijo en broma: ¿Conque no me quieres, eh?... Pues ahora vas a quererme a la fuerza. Y se trabó con ella a brazo partido, queriendo besarla. Rosa se defendió bizarramente, aunque la risa le impedía a veces desplegar todas sus fuerzas.

Pensando tonterías... y echándome a discurrir que de pronto se le antojaba quererme como yo le quería a él.

Cumplirás conmigo sólo con quererme mucho. Y yo me daré el gusto de sostener a mi hombre, de regalarlo y mimarlo, de preocuparme con sus cosas y llevarlo hecho siempre un brazo de mar.

No importa; si José Luis llega a quererme, yo le corresponderé. ¡Qué suave y qué raro es el comienzo del primer amor! Siento que pronto me dominará la delicia de adorarlo..." Por favor, Camucha interrumpió Adriana no leamos más, yo por qué te lo digo. Dejemos esto. No, estás loca. ¡Y te has puesto pálida! No tengas miedo, tonta. Después subimos.

Verano e invierno, nunca oigo las cuatro en la cama; tengo la dentadura completa y como lo mismo que cuando don Sebastián venía con su sotana roja de monago a quererme quitar una parte del almuerzo. Vosotros los Luna siempre habéis sido flojuchos; tu padre, antes de llegar a mi edad, no podía menearse y se quejaba del reúma y de la humedad de este jardín.

Ahora que eres archiduquesa y archipámpana, ¿no tienes vergüenza de quererme? ¿Pero qué quieren hacer de ? preguntó, poniéndose triste otra vez. Mira, princesa, haz lo que te mandan esas señoras: obedécelas en todo. Ya habrás conocido el parentesco que tienes con ellas. Dios te ha puesto en sus manos; acepta lo que Dios te da, y

Palabra del Dia

patineras

Otros Mirando