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Actualizado: 25 de julio de 2025
Pagaba una cuota mensual en las Escuelas Dominicales, pero no asistía a las lecciones ni a las conferencias; vivía lejos del círculo en que el Provisor reinaba. Este visitaba poco a las personas que no podían o no querían servirle en sus planes de propaganda.
Como hablamos, no para hacer propaganda de nuestros ideales, sino para informar al pueblo americano de los verdaderos deseos del pueblo filipino, prestando un servicio
De entre todos aquellos primeros protestantes, he de recordar á uno que tiene no poco relieve y á quien por su actividad y el género de propaganda á que se dedicaba, debióse singularmente la propagación de la doctrina de Lutero.
¿Qué relaciones existen entre usted y Alejandra Natzichet? Pensamos del mismo modo. ¿Trabajan juntos en la propaganda? Sí. ¿Tenía la difunta motivos de estar celosa de esa joven? Ninguno. ¿No está usted vinculado con ella por otra cosa que un ideal común? No mienta usted: así sabremos la verdad. Afirmo que nada más nos liga. Su acento parecía sincero.
A la revolucion de Mayo, ejecutada sin bayonetas ni violencias, presidió una solidez de ideas, que prestándole vigor desde sus primeros pasos, le dió lugar á establecer un inmenso sistema de propaganda, que antes de seis meses, por los esfuerzos directos de sus agentes y de sus armas, se estendió á Chile y el Perú.
Un famoso violinista, otro que tocaba un instrumento de madera y paja admirablemente, cuatro hermanos campanólogos, un moro que mostraba dos vacas sabias, un doctor inglés que traía un microscopio, el célebre gigante chino, una foca marina que decía papá y mamá, etc. A todos había protegido don Mateo. Pero su activa campaña de propaganda no les valió gran cosa.
Creo que la democracia española, ántes de diez años, saldrá triunfante de esas grandes ciudades á dominar toda la península, porque en ellas se está verificando un trabajo de discusion privada y de propaganda que acabará por crear las convicciones correlativas de los instintos democráticos.
Observando entonces que su tía le miraba, extendió la mano para llamarla, y le dijo: «Tía, pase usted... Aquí no hablamos en secreto. También usted será conmigo en la inmensa... en la inmensa y dolorosa propaganda... Por cierto que no me explico, que no sé cómo ustedes dejan entrar aquí a ese materialista...». ¡Don Francisco...!, hijo, ¿pues qué mal puede hacerte?
Pensando que ya en ocasión anterior, en los comienzos de su amistad con la Condesa d'Arda, el Príncipe había casi abandonado la propaganda, considerando también que antes de haber concebido el ideal político el joven se había transformado por amor a la Princesa Arkof, el juez creía poder sospechar que el amor fuera otra vez la razón de aquel cambio. ¿Se trataba de la antigua pasión por la Condesa, resucitada de improviso, o más bien de alguna nueva aventura?
Se les cubrió de sarcasmos, lo mismo al sacerdote que a su hija de confesión, y se hicieron correr por la villa mil chuscadas más o menos ingeniosas a propósito de su viaje. Fácil es de adivinar que quien más trabajó en esta propaganda, aunque de un modo solapado, fue el P. Narciso.
Palabra del Dia
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