United States or Ethiopia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Con el americano se arregló, propinándole una estocada leve; ¡pobre muchacho! ¡qué gran servicio le había prestado sin saberlo! y de Ernestina se separó sin escándalo, sin intervenciones judiciales. Ella con sus parientes, con quien le diese la gana, y él otra vez a su cuarto de soltero, como si nada hubiese pasado y sus dos años de matrimonio fuesen un largo viaje por el país de las quimeras.

Lo menos repartió ocho mil duros al diez por ciento, sin más garantías que pagarés sencillos, libertando así a gentes amarradas por D. Paco, con escritura pública y dinero prestado al quince. Todo elector de Villafría iba antes a votar a un lugar cercano, porque en Villafría no había mesa.

Así que llegó Setoc á su tribu, reclamó de un hebreo quinientas onzas de plata que le habia prestado á presencia de dos testigos; pero habian muerto ámbos, y el hebreo que no podia ser convencido, se guardaba la plata del mercader, dando gracias á Dios porque le habia proporcionado modo de engañar á un árabe.

Se nos refiere un suceso, pero escuchamos la narracion con atencion floja, intercalando mil observaciones y preguntas, manoseando ó mirando objetos que nos distraen; de lo que resulta que se nos escapan circunstancias interesantes, que se nos pasan por alto cosas esenciales, y que al tratar de contarle á otros, ó de meditarle nosotros mismos para formar juicio, se nos presenta el hecho desfigurado, incompleto, y así caemos en errores que no proceden de falta de capacidad, sino de no haber prestado al narrador la atencion debida.

No he pedido prestado a nadie, ni metídome en granjerías; y, aunque pensaba hacer algunas ordenanzas provechosas, no hice ninguna, temeroso que no se habían de guardar: que es lo mesmo hacerlas que no hacerlas.

Hasta agora no he tocado derecho ni llevado cohecho, y no puedo pensar en qué va esto; porque aquí me han dicho que los gobernadores que a esta ínsula suelen venir, antes de entrar en ella, o les han dado o les han prestado los del pueblo muchos dineros, y que ésta es ordinaria usanza en los demás que van a gobiernos, no solamente en éste.

Los chiquillos, que gustan tanto de imitar lo que ven hacer a los grandes, se pusieron a cantar en la lindísima tonada de las coplas de la Aurora: ¡Si supieras la entrada que tuvo el Rey de los Cielos en Jerusalén!... Que no quiso coche llevar, ni calesa, sino un jumentillo que prestado fue!

Aunque generoso, no solía prestar a los que se llaman amigos ni había tomado prestado de los usureros, y sabía contenerse cuando jugaba y perdía, y no se dejaba saquear de sus administradores, y llevaba en la memoria todas sus fincas, rentas y productos, y miraba por todo, y cuando daba era con su cuenta y razón, y sin cegarse nunca por vanidad o por afecto.

Cuando había que atajar alguna opinión justa con una nota insolente y discordante, Maltranita se encargaba de ello, siempre «por cuanto vos contribuísteis». ¿Qué no he hecho yo para ganar dinero?... Hasta me he prestado a ser intermediario en los amores secretos de ciertos personajes y he servido de honorable acompañante a sus queridas... No se asombre, Ojeda; convénzase de que lleva por compañero a uno de los canallas más notables que ha tenido Madrid.

El médico del pueblo tuvo que asegurarle bajo palabra de honor que él respondía de que no habría novedad si se tomaban las medidas de precaución que él señalara.... Se hizo todo al pie de la letra. Se pidió prestado su mejor coche a una condesa de las cercanías; el cochero tuvo que jurar que los caballos no darían un paso más largo que otro; el carruaje se llenó de almohadones.