Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de mayo de 2025


Empero ahora, que tan sin pensado me veo enriquecido deste divino don de la habla, pienso gozarle y aprovecharme dél lo más que pudiere, dándome priesa a decir todo aquello que se me acordare, aunque sea atropellada y confusamente, porque no cuándo me volverán a pedir este bien, que por prestado tengo.

Hacía años, un comandante retirado había querido ganarse la vida dando lecciones de sable: el Marquesito, Orgaz hijo y padre, Ronzal y otros varios comenzaron con gran afición a dejarse dar de palos, pero pronto se cansaron y el comandante tuvo que dedicarse a pedir un duro prestado a cualquiera.

Ni Colón, ni Galileo, ni Arquímedes han prestado a la humanidad un servicio como el que y yo vamos a prestarle... Dame agua dijo con voz débil el niño, dejando caer su cabecita hacia atrás. D. Pantaleón se la alzó; pero como no podía ya sostenerse sentado, lo tendió sobre la mesa y fue a buscarle agua. El fuego de la inspiración ardió de nuevo en las pupilas del sabio.

Para el efecto, hemos obtenido la colaboracion de un joven literato, quien teniendo á la vista un ejemplar de la edicion de 1854 anotado por el mismo autor, se ha prestado gustoso á dirijir este trabajo, encargándose de su clasificacion y correccion.

Tratóse del deleyte, y probó el ermitaño que era una dádiva de la divinidad; porque el hombre, dixo, por propio no puede tener sensaciones ni ideas: todo en él es prestado, y la pena y el deleyte le vienen de otro, como su mismo ser. Pasmábase Zadig de que un hombre que tantos desatinos habia cometido, discurriese con tanto acierto.

No, no contaba él así; no se representaba las cantidades fijas, ni menos la suma de todas; él recordaba que primero había prestado lo que no tenía; después muchísimo más, y, por último, que había cometido el gran sacrilegio de profanar una cantidad sagrada, producto del secreto del confesonario, empleándola en un corsé regente, en unos búcaros con chinos pintados, en sortijas, flores y pantalones de señora... ¡Horror! «, horror, pero ¿y qué se le iba a hacer?

Es más: sin esta síntesis no es posible el artículo, porque yo no voy a pintar a la cordobesa muerta, parada, estacionaria, inerte, fósil, sino a la cordobesa viva, en movimiento, en desarrollo, en progreso; desenvolviéndose, no con prestado impulso, sino según las leyes propias de su gran ser y de su rico y generoso organismo.

El miedo a perder la carga les aterraba. ¡Perder la carga! ¡el único medio de existencia, el capital de su industria! ¡Verse de golpe sin las ganancias acumuladas en fuerza de exponer su vida noches y noches; tener que pedir prestado otra vez y empezar de nuevo la pelea para pagar al prestamista, cercenando su pan y el de los pequeños!...

«¡Valiente filósofo era Frígilis!». Don Víctor le miraba desde la altura de su pesimismo prestado, y le despreciaba y compadecía. «¡Plantar cebolletas! ¿No prohibía San Alfonso Ligorio plantar árboles en general y edificar casas, que al cabo de los años mil se caen? Pues entonces, ¿para qué plantar cebolletas, si todo era un soplo, nada?...».

Pero después de esta lamentación, su coquetería amorosa le hizo explicarse para excusar los defectos que pudiera tener su vestido. Me lo ha prestado la esposa de mi colega el profesor de Física. bien que es de forma algo anticuada. Hay muchos hombres que visten mejor.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando