Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de mayo de 2025
Plácido había salvado el honor, que era lo importante, pagando religiosamente a todo el mundo con las existencias. Se había quedado con lo puesto y sin una mota. No salvó más mueble que la vara de medir. Era forzoso, pues, buscar algún modo de ganarse la vida. ¿A qué se dedicaría? ¿En qué ramo del comercio emplearía sus grandes dotes?
Lejano de mi patria, Errante, desterrado, Su luz me ha acompañado Do quiera que yo fuí, Como un reflejo ténue Del Argentino suelo, Que plácido consuelo, Derrama desde allí. Tu ser identifica Con esa blanca estrella, Porque de tu alma bella Parece el resplandor; Y así, la luz suave Que irradia tu semblante, Cual lámpara brillante Presidirá al amor.
La joven reconoció a Estupiñá, que había sido vecino suyo cuando ella vivía en la Cava, donde tuvieron principio sus interminables desgracias. Plácido se embozó en su capa tomando hacia la calle del Vicario Viejo. Siguiole Fortunata con la vista hasta verle desaparecer, y poco después volvió a su acecho. ¿Quién salía? Un caballero con botines blancos que parecía extranjero.
Luego estampó un beso en las pálidas mejillas del doctor, logrando así que aquellos dos filósofos se atemperaran a su humor más plácido y más sereno. ¡Vamos! exclamó el doctor, ya que este día pertenece a mis hijos por entero, hay que aprovecharlo bien. Muy pronto me veré en la imposibilidad de repetir semejante oferta. De este modo pudieron Amaury y Antoñita renovar sus antiguas conversaciones.
Pues es un cura liberal, muy campechano, franco, muy franco, de esos por el estilo del P. Paco... Y como había chicas muy guapas, dábamos cada jarana, él con su guitarra y sus peteneras y yo con mi violin... Te digo, chico, que nos divertimos en grande; ¡no hay casa que no hayamos subido! Y murmuró al oido de Plácido algunas palabras echándose á reir despues.
Para Plácido, todo idioma hablado en Filipinas por los europeos, que no sea español, tiene que ser inglés: además pescó nuestro joven la palabra Hong Kong. ¡Si el joyero Simoun pudiese recomendarle á aquel estrangero que debe partir para Hong Kong! Plácido se detuvo. Conocía al joyero por haber estado en su pueblo vendiendo alhajas.
Se decía que los hombres son siempre así, hágase lo que se haga, y ante sus ojos las personas del sexo fuerte eran criaturas que al cielo le había placido hacerlas naturalmente fastidiosas, como los gansos y los pavos. Aquella mujer buena y caritativa no podía dejar de sentirse fuertemente atraída por Silas Marner, ahora que lo veía bajo un aspecto de una persona que sufre.
Estupiñá se echaba a discurrir, y no comprendía por qué la señora examinaba con tanto interés los puestos, estando ya todos los chicos de la parentela de Santa Cruz surtidos de aquel artículo. Creció el asombro de Plácido cuando vio que la señora, después de tratar como en broma un portal de los más bonitos, lo compró.
Ya sabes que el pobre Plácido se acuesta entre nueve y diez. Tiene que estar en planta a las cinco de la mañana. Como que va a despertar al sacristán de San Ginés, que tiene un sueño muy pesado. Y porque el sacristán de San Ginés sea un dormilón, ¿me he de fastidiar yo? Que entre Estupiñá y me dé tertulia. Es la única persona que me divierte. Hijo, por amor de Dios, mete esos brazos.
No quería hacer memoria de esta campaña horrible. La lucha en Francia le parecía algo plácido comparada con aquella pelea en unos escasos kilómetros de costa, teniendo el mar á la espalda y al frente unas líneas inconquistables. Después de decir esto callaba, y el coronel tenía que insistir con cierto orgullo paternal para que Martínez siguiese hablando.
Palabra del Dia
Otros Mirando