Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de julio de 2025


El pirata permaneció solo unas dos horas, encerrado en la cala al lado de los restos de Melia. Allí desahogó su dolor, porque cuando subió al puente, su rostro estaba impasible y frío. Solamente, un poco antes de su regreso, un grito doloroso se había oído y una masa informe había desaparecido entre las aguas. Era el cadáver de Melia.

Aún vivía en la torre del Pirata; aún estaba en medio de lobregueces, de una soledad poblada por los rumores de la Naturaleza, en el interior de un cubo de piedra cuyas paredes parecían sudar lóbrego misterio. Algo había sonado fuera de la torre: un grito, un aullido, distinto del de la otra noche, más sofocado, más lejano.

Sobre la cumbre del promontorio alzábase la torre del Pirata. ¡Cuánto había soñado y sufrido en ella!... ¡Cómo la amaba al recordar que en su interior, solo y olvidado del mundo, había incubado esta pasión que iba a llenar el resto de una vida sin objeto hasta entonces!...

No, una de sus tretas. Ahí lo tienes otra vez, más brioso que nunca, ¡Qué espada! El jefe pirata retrocede, cae, atravesado de parte á parte. ¡Viva, viva! Los otros huyen, se rinden. Allá va Simón. ¡Por vida de! Ya arría la bandera de la cruz roja, ya iza la de Morel, las cinco rosas.... ¡Viva!

El Príncipe de las tinieblas aparece como un pirata en un bajel negro, cuyo piloto es la Envidia, dirigiéndolo por las olas del río Leteo, que corre entre el Caos y el Abismo. Intenta cautivar á la Naturaleza humana, nonnata todavía, pero cuyo próximo nacimiento ha adivinado.

Después el pirata murmuró casi dormido ya: Deben estar contentos, porque he hecho muy bien las cosas: ¡un navío de trescientas toneladas y tres docenas de españoles! creo que no se puede pedir más; sin embargo, no es conveniente que se acostumbren; eso va bien de cuando en cuando, porque, después de todo, es bueno reír un poco. ¡Away!... ¡Away!... ¡Adelante!... ¡Adelante!

Cuando estudiaba esta gran figura, que realzaba maravillosamente la idea que se tiene en general de un corsario, y aun de un pirata, la señorita Margarita me suplicó que entrara. Halléme entonces frente á un viejo flaco y decrépito, cuyos ojos conservaban apenas una chispa vital, y que para acogerme, tocó con mano temblorosa el bonete de seda negra que cubría su cráneo luciente como el marfil.

El emperador don Carlos, nuestro Señor, mandó que fuese ahorcado Juan Florín, el pirata, y que el capitán Martín Pérez de Irizar pusiera en su escudo, para eterno recuerdo, el galeón, el arpón y la bandera ganados en la batalla

Estas son óperas y esta es música. ¡Parece mentira que ustedes se entusiasmen con esa algarabía alemana que sólo sirve para hacer dormir!... A me gustan con pasión todas las óperas de Bellini: El Pirata, Sonámbula, I Capuletti e di Montechi; pero sobre todas ellas Los Puritanos... Tengo además razones particulares para que me guste más que ninguna otra, añadió bajando la voz.

Alguno pensaba que quizá se trataba de un volcán cuyas llamas no se pueden ver a la luz del sol; pero Yurrumendi aseguraba que esta hoguera la hacían todas las noches las almas de los marineros del célebre pirata Kidd, que guardan allí un inmenso tesoro escondido.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando