Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de noviembre de 2025
Muy buena para la alcaldesa de Palomares. ¡Una cama de matrimonio! ¡Y qué cama! Una grosería. ¿Y lo demás? Nada. Allí no hay sexo. Aparte del orden, parece el cuarto de un estudiante. Ni un objeto de arte. Ni un mal bibelot; nada de lo que piden el confort y el buen gusto. La alcoba es la mujer como el estilo es el hombre. Dime cómo duermes y te diré quién eres. ¿Y la devoción?
Mucho silencio es este, ¿por qué no bebéis y bailáis?» Y al punto el sacerdote ó Mapono se reviste de gravedad, y en nombre de los dioses les manda que beban y bailen y llenen de ruído la iglesia para que ninguno se muera de tristeza. También muestran tener sed estos dioses y para refrigerarla piden á los indios de beber.
Mounet-Sully, sólo quiere que el comediante tenga «sensibilidad, imaginación». Pero esto es raro: los actores todos, desde Mélingue á Luciano Guitry, piden para sus compañeros, antes que genio, elegancia y belleza. A propósito de esto, podrían citarse muchas anécdotas.
Aquí, le diré a usted francamente, no hay prensa. A otra. Aquí no queremos periódico, hay que trabajar de noche. Dios ha hecho la noche para dormir. Sí, pero no el impresor contesto furioso. ¿Qué quiere usted? Luego, es trabajo en que no se gana: como no hay cajistas en España, piden un sentido, se hacen valer; el público no quiere pagar caro, el oficial no quiere trabajar barato.
Gran consuelo es poseer, si no el sol, á lo menos una luna propia, un paraíso de suaves matices, que, cambiando siempre sin cambiar, da á esa vida inmóvil la poca variedad que necesitan todos los seres. Los niños empleados en las minas piden á los curiosos que las visitan, no víveres ni dinero, sino «algo con que producir la luz.» Otro tanto acontece con esos niños, nuestros aliótidos.
Hasta la idea de lo que piden y obtienen apenas se percibe por los profanos sino de un modo confuso, allá en lo más recóndito y tenebroso del alma, allá en los abismos insondables del sentir con el sentido del espíritu, abstrayéndose de los otros sentidos.
Defendemos su derecho á la vida y al bienestar, lo mismo que los grandes exaltados de la religión, que vieron en todo infeliz á un hermano. Nosotros exigimos el respeto para el pobre en nombre de la justicia; los otros lo piden en nombre de la piedad. Esto nos separa únicamente.
Acomode los versos con prudencia A los sujetos de que va tratando. Las décimas son buenas para quejas; El soneto está bien en los que aguardan; Las relaciones piden los romances, Aunque en octavas lucen por extremo; Son los tercetos para cosas graves, Y para las de amor las redondillas.
El conde de Cotorraso montó en cólera al saberlo: ¡Y piden libertades y derechos para estos beduínos! Que los hagan honrados, agradecidos, decentes ... y luego hablaremos. Por la misma ley de afinidad electiva de que hemos hablado más arriba, Raimundo se encontró paseando con un personaje que se despegaba un poco del resto de aquella sociedad.
La casamentera se limita a decir: «todo está arreglado». Se le piden informes, detalles, y ella repite impertérrita: «le digo que está arreglado todo». En el círculo va pasando la voz: «todo está arreglado». Y aunque, en realidad, nada haya arreglado, acaba todo por arreglarse, debido a esa suave presión del medio, a la atmósfera favorable, al ambiente, digamos así, que todo el circulo de relaciones ha creado a la boda.
Palabra del Dia
Otros Mirando