Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de octubre de 2025
No respirábamos en su presencia, y nos infundían tanto, tanto pavor sus mandatos y reprimendas, que nos era imposible vivir. ¡Ay, para poder vivir nos fue preciso engañarla, y la engañamos!... Dios, o no sé quien, nos inspiraba un día y otro mil ingeniosidades, y se desarrolló en las dos un talento superior para el engaño.
Y el bronce alarmante clama, clama, clama como se extiende la injuria del incendio y crece en furia, y es ya locura el pavor... Bajo cielos escarlatas se extiende inflamado manto, el espanto en tanto crece, y sigue la campana de su rebato el clamor. ¡Y en ese rebato armígero, dan dan, dan dan , crece el estrago flamígero dan dan, dan dan , al són violento que dan las campanas de la torre que tocando a fuego están!
Entre los retratos de hombres había un obispo que le molestaba por su edad absurda. Era casi de sus años; un obispo adolescente, con ojos imperiosos y agresivos. Estos ojos le inspiraban cierto pavor, y por lo mismo decidió acabar con ellos: «¡Toma!» Y clavó su espada en el viejo cuadro, añadiendo á sus desconchados dos agujeros en el lugar de las pupilas.
Los empleados dividen a los jugadores en dos categorías fundamentales: jugadores de a pie y jugadores sentados, y la primera categoría es la única que les infunde cierto pavor. Si el jugador de a pie gana, en efecto, hay muchas probabilidades de que se vaya con la ganancia. Puede dar un pase, dos, tres y marcharse con 15 o 20.000 pesetas.
Pasé, sin embargo, golpeando con mis pies el suelo cavernoso y ocultando el pavor que me invadía; pero detrás de mí un gigante inmenso, formado de vapor, surgió inmediatamente: se inclinó para cogerme y el murmullo del abismo resonó en mi oído durante largo rato como risa de odio ó de triunfo.
Llegaron al turbado Cervantes las voces de ¡téngase al rey! ¡dense a la justicia! y pavor entrole, no de ser muerto, sino de ser allí encontrado y preso, y, cargado de cadenas, como criminal y mal hombre tratado; y así fue, que recobrando en un punto todo su valor sereno, a la ventana que en el aposento había fuese, abriola y arrojose a la calle, no huyendo de la muerte y del peligro, sino de la deshonra; que bien hubiera podido creer la justicia, si junto a aquellos dos cuerpos muertos le hubiera encontrado, que él los había matado, por celos al uno en riña, y asesinada la otra.
Al fin, el tesón desmaya de su brava resistencia y las enemigas turbas guarecense en la floresta, de mortal pavor transidas, arrastradas y dispersas, como al rugir de los vientos las pálidas hojas muertas, cumpliéndose la de Hernando a Amábar brava promesa.
La mujer le infundía respeto, pero no miedo; mientras que solamente al recordar el llanto extraño del hijo, sentía correr un espeluznamiento da pavor por todo su cuerpo. Era necesario redoblar su trabajo para reunir el dinero y encontrar á un hombre que lo llevase hasta la tumba.... Y este hombre lo encontró al fin.
Dan, sin embargo, cierto pavor esos cuadros negros, alumbrados por esas lámparas á medio morir. La falta de costumbre. Indudablemente. Los benditos padres no se encontrarían muy bien en un campo de batalla, como yo me encuentro aquí muy mal; corre un viento que afeita, y se hace sentir aquí mucho más que en el campo.
Llegaron días en que don Alonso Blázquez Serrano creyó sentir el acecho de las peores especies demoníacas descritas por los teólogos. Su ánima brioso y brillante se hundió, sin remedio, en las más obscuras regiones de la melancolía. Un pavor enfermizo le agitaba continuamente.
Palabra del Dia
Otros Mirando