Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


En medio de la vasta extensión blanca, aquellos paseantes parecían perdidos, absurdos, quiméricos; no me explicaba cómo una raza compuesta de semejantes pigmeos había podido llevar á cabo las grandes cosas de la historia y realizar, de progreso en progreso, lo que hoy se llama la civilización, promesa de un futuro estado de bienestar y libertad.

Los paseantes se abstenían de dar la vuelta en redondo a la cubierta y volvían sobre sus pasos para no turbar las conversaciones de las damas. Sólo algún gringo despreocupado o de egoísmo insolente pasaba sobre sus gruesos zapatos por entre los sillones, sin darse la pena de entender el significado de las miradas furiosas que despertaba su atrevida presencia.

El campo quedaba ya del todo en todo despejado, según entender del soldado y del muchacho de la hopa; pero aquél, alzando los ojos, vió que tenía ante a otra tercera persona extraña, que sin duda había ocupado lugar al concluir el asalto del perro, y el saco de los paseantes.

Era una agitación semejante a la de un navío de guerra en vísperas de combate. La última cubierta se empequeñecía. Las balleneras pendientes sobre el mar eran retiradas al interior, descansando fijas en sus cuñas. Los paseantes veíanse obligados a moverse entre estas embarcaciones, que sólo dejaban accesibles estrechos pasadizos.

En tanto iban allegándose los paseantes, y en cuanto los sintió a tiro el estropeado, así dijo al gozque: Salid, don Canique, can honrado y placentero, y dad cuatro vueltas de villano o de Bran de Inglaterra por lo alegre o autorizado, según más os conviniere, ante los altos señores que os miran, todo por darles gusto y placer.

Delante del monumento se extendía el espacioso llano, donde después se ha construído la calle de Reyes Católicos, y este lugar era en extremo concurrido por los desocupados y paseantes, que allí acudían á tomar el sol en invierno y á refrescarse en las noches del estío.

Estas inundaciones dejan siempre al viejo paseo en estado harto deplorable, y como quiera que pocas veces se trata de acudir como corresponde á la reparación de los desperfectos ocasionados en la Alameda, ofrece á los paseantes bien pocos atractivos.

La segunda parte de la ciudad, separada del puerto, aparece luego pintoresca, alegre y agradable por la elegancia de sus casas, fondas y palacios, la hermosura de sus alamedas, el aseo exquisito de sus anchas calles macadamizadas, la gracia de sus jardines, el humo de sus altas chimeneas, sus azoteas de techos cubiertos de nieve, sus ricos é innumerables almacenes, las románticas torres de estilo gótico de sus templos, y el movimiento incesante de paseantes, de vendedoras de fruslerías, de hermosas damas y loretas, de coches, de carretas, de barateros, de muchachos gritando, y de cuanto puede hacer la animacion de una ciudad comercial.

Desengaño; sorda cólera al ver que la realidad era muy distinta de la ilusión; seguramente olvido. «No, novio mío... noDespués del almuerzo, Fernando no quiso buscarla. En vano pasó Mina repetidas veces ante una ventana del jardín de invierno junto a la cual tomaban café Ojeda y su amigo. Mostraba él un visible deseo de no reparar en los paseantes.

Norbury era un joven alto y seco, que cabalgaba erguido y sin mirar á derecha ni izquierda, como muy conocedor de la ciudad, donde ya había estado pocos años antes; pero Gualtero y Roger, llenos de curiosidad, lo escudriñaban todo, paseantes, calles, edificios y blasones, llamándose mutuamente la atención á cada instante hacia cuanto les rodeaba.