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Entonces dicen que escribieron algunos judíos establecidos en Roma i otras ciudades de Italia á los que estaban en el reino lusitano, para que huyesen de él i se pasasen con sus familias á aquellas tierras, esta carta que traen varios autores, i entre ellos Torrejoncillo en su Centinela contra judíos.

1 Josué se levantó de mañana, y partieron de Sitim, y vinieron hasta el Jordán, él y todos los hijos de Israel, y reposaron allí antes que pasasen. 2 Y pasados tres días, los oficiales atravesaron por medio del campamento,

Poco tiempo despues se le puso en la cabeza la mania de no comer ni beber; y hubo ocasion de que pasasen tres dias sin tomar nada; hasta que acosada por el hambre, tomaba algo, empeñándose que los platos donde le mandaban las viandas no saliesen de su habitacion; de suerte que estos objetos sucios con otros, daban un olor insoportable á aquella morada, é imposible por tanto de aguantarlo.

De puro considerar en él, vine a resolverme de ser bellaco con los bellacos, y más, si pudiese, que todos. No si salí con ello, pero yo aseguro a V. Md. que hice todas las diligencias posibles. Lo primero, yo puse pena de la vida a todos los cochinos que se entrasen en casa y a los pollos de la ama que del corral pasasen a mi aposento.

Ha habido día, Gabriel, que he recogido ochenta duros. Me acuerdo: fue en el último Corpus. Mariquita tuvo que recoserme los bolsillos de la sotana, que se rompían con el peso de tantas pesetas. Fue una bendición del Señor. Y miraba tristemente los talonarios, como lamentando que pasasen los días del invierno sin cortar más que alguna que otra hoja.

El cura encontró luego la carta, y entonces, exigiendo también del cura que no hablase de aquella carta con nadie, considerándola como secreto de confesión, el Marqués le recomendó que la custodiase y no la entregase sino a D. Acisclo, el cual no había de pedírsela hasta que viniese a Villafría un señor llamado D. Gregorio Salinas, o hasta que pasasen dos meses de la muerte de una señora que vivía en Madrid, llamada la Condesa de Fajalauza.

Hemos encontrado en el Archivo municipal de Córdoba dos cartas de D. Carlos y la reina D.ª Juana declarando francos de todo tributo por espacio de diez años á los que pasasen á morar en Córdoba con promesa de residir en ella cuando menos veinte.

Los PP. José de Arce, Juan Bautista de Zea y Francisco Hervás, suplicaron al P. Superior Bartolomé Ximénez que pasasen adelante á las Rancherías de los infieles á tomar lengua; pero siendo éste de contrario parecer, fué necesario rendirse; antes bien, conociendo que menguaba la corriente más cada día y corría peligro el barco de hacerse pedazos en los escollos ciegos si se parasen allí algún tiempo más, determinó dar la vuelta después de haber gastado mes y medio en andar en busca del camino.

Algunas veces, la pobre mujer sonreía, como si ante sus ojos moribundos pasasen seductoras visiones. ¿Qué piensa usted, Micaela? preguntaba Tónica . ¿Ve usted algo? Nada, hija mía; veo el sol, que es lo único que puedo ver. Pero mentía. Veía con los oídos. Las palabras de los jóvenes, aquellos desahogos de un amor tranquilo, le alegraban, y su fantasía poblaba de imágenes las muertas retinas.

Yo mandaria hoy mismo al Gobernador del Paraguay que formase una poblacion de españoles ò pardos en la costa este de este rio, al sud y cerca del llamado Corrientes ó Appa, repartièndoles las bellas tierras inmediatas. Hecho esto, ordenaria la demolicion de nuestro presidio de los Hermanos, y dispondria que de Santa Cruz o Cochabamba pasasen españoles