United States or Norfolk Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Por otra parte, la oposición tan natural de D.ª Carmen lastimaba su orgullo. No faltaban comadres que llegaban presurosas á trasmitirle las palabras amargas que la viuda de Uceda pronunciaba refiriéndose á ella. Y en vez de comprender y perdonar estos desahogos de una madre, se enfurecía con ellos, los devolvía con creces y hacía recaer su cólera sobre el pobre Manolo, que ninguna culpa tenía.

Tal vez la cacen, y algún tuno se ría de apoderándose de mi dinero. Y excitado por sus negros pensamientos, soltó una interjección castiza y obscena, recuerdo de sus tiempos de soldado. En presencia de la jardinera, no tenía por qué contenerse. La vieja estaba acostumbrada a los desahogos de su carácter.

Las novelas francesas le trasladaban a aquel París que obscurecía el Madrid apenas conocido en su época del doctorado; los relatos de amores despertaban en su cuerpo de joven y virtuoso, sin otros deslices que los vulgares desahogos de la crápula estudiantil, un ardor de aventuras y de complicadas pasiones en el que latía algo del intenso fuego que había consumido a su padre.

Después de los primeros desahogos, sintiose Juana más aliviada al contestar a las preguntas reiteradas de su madre, refiriéndole lo que sabía sobre las circunstancias del desafío, los incidentes del baile, la escena entre ella y su marido y hasta su visita precipitada a casa de Jacobo.

Clementina se reía de estos desahogos. Alguna vez llegó su insolencia hasta cambiar la sentencia de la profesora por otra de su invención.

Algunas veces, la pobre mujer sonreía, como si ante sus ojos moribundos pasasen seductoras visiones. ¿Qué piensa usted, Micaela? preguntaba Tónica . ¿Ve usted algo? Nada, hija mía; veo el sol, que es lo único que puedo ver. Pero mentía. Veía con los oídos. Las palabras de los jóvenes, aquellos desahogos de un amor tranquilo, le alegraban, y su fantasía poblaba de imágenes las muertas retinas.

Muchos sostenían que la preponderancia de la casa sobre las otras tabernas de la huerta se debía á estos asombrosos adornos, y Copa maldecía las moscas que empañaban tanta hermosura con el negro punteado de sus desahogos.

¡Anda con él, hijo! ¡Chúpale la sangre! ¡Arrástrale por las melenas! Tristán se sintió un poco avergonzado. No te imagines que éstos son solamente desahogos de café. Antes de muchos días pienso publicar un estudio sobre Rojas y se sabrá lo que ahora pienso de su poesía anodina. No harás bien dijo fríamente Núñez. ¿Por qué?

Me pesa en el alma de que mi padre sea así; de que hable con irreverencia y burla de las cosas más serias; pero no incumbe a un hijo respetuoso el ir más allá de lo que voy en reprimir sus desahogos un tanto volterianos. Los llamo un tanto volterianos, porque no acierto a calificarlos bien. En el fondo, mi padre es buen católico y esto me consuela.

Pero estos comentarios y desahogos, y otros por el estilo, no los oía Emma; ella veía a la envidia, no la oía; veía sus ojos brillantes, sus sonrisas tristes, sus éxtasis sinceros y melancólicos en la cara de las incautas, que no sabían disimular siquiera, y se quedaban como Santas Teresas arrobadas en la meditación y el amor del pesar del bien ajeno.