Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


A pesar de lo dicho, que tal vez haga recelar que se reconcentre en Madrid lo más luminoso y activo de nuestra nación, es lo cierto que persisten aún grandes focos de luz y de actividad en nuestras provincias, y por ello no podemos menos de alegrarnos como partidarios que somos de este inocente y pacífico regionalismo.

El patio de la casa era el solio de su soberanía. Sus partidarios le encontraban paseando de un extremo a otro, por entre los verdes cajones de los plátanos, con las manos cruzadas en la espalda anchurosa, fuerte y algo encorvada por la edad: una espalda majestuosa, capaz de sostener a todos sus amigos.

Bebía el señor Barinaga y en esto ya no se podía culpar de su miseria al Provisor. «Es claro, dirían los partidarios de don Fermín, todo lo gasta en aguardiente, está siempre borracho y espanta la parroquia ¿cómo se quiere que el clero consuma los géneros de un perdido... que además es un hereje? Esta era otra triste gracia.

Se dirá que el gabinete Paterno, al subir al poder, propuso como programa de Gobierno la autonomìa igual á la del Canadá, y que la inmensa mayorìa del pueblo revolucionario no lo aceptó. Por cierto que no somos tampoco partidarios de la autonomía, y no tenemos inconveniente en repetir lo que varias veces hemos dicho fuera de aquì: que solo aceptaremos la autonomía, cuando nos convenzamos de que el pueblo no está dispuesto á sacrificarse por otra mejor. Pero debemos tener en cuenta que la autonomía propuesta por el gabinete Paterno era una infraccion manifiesta de la Constitucion que ellos mismos, como miembros del Congreso, habìan votado y pedido con insistencia que se promulgara, amenazando provocar un escándalo en caso de oposicion por parte del gabinete que estaba entonces en el poder. No obstante ¿quién sabe si el señor Paterno hubiese prosperado en sus planes y conseguido la derogacion de la Constitucion, si hubiera podido presentar una oferta formal de autonomía por parte de los americanos? Es verdad que ni la Comision ni los generales americanos podrían ofrecer mas de lo que ofrece el Presidente McKinley, que en su mensaje dice de Filipinas poco mas ó menos lo siguiente: si conseguimos aniquilar la insurreccion dentro de poco, hacemos de los filipinos lo que nos convenga; no lo conseguimos, entonces ya entraremos en transacciones, aprovechando todas las ventajas posibles. Por nuestra parte, nos limitaremos

Este pacto se cumplió, pero el templo cristiano erigido en medio de la capital del imperio agareno de Africa duró poco, porque el usurpador Yahya, aprovechando una diversion de El Mamun, cayó con sus partidarios sobre la ciudad y lo destruyó. Véase Romey, Historia de España, citando al historiador árabe Ebn Abd el Halim, t. VI, cap. 6.

Sin embargo, la campaña contra el gallo ha crecido, precisamente porque disminuían sus partidarios. Absolutamente lo mismo ocurre con los juegos de cartas y las carreras de caballos.

Si el ataque era violento, no fueron, por cierto, menos violentas y apasionadas las réplicas de los partidarios del atacado . Francisco López de Aguilar, presbítero y caballero de la orden de San Juan, y Alonso Sánchez, catedrático de griego, hebreo y caldeo de la universidad de Alcalá, contestaron al libelo contra Lope con otro titulado Expostulatio Spongiae, en el cual agobian á su ídolo con las más exageradas alabanzas.

Y sus pases de muleta fueron acompañados de ruidosas exclamaciones de entusiasmo, mientras en el graderío se reanimaban los partidarios, increpando a los enemigos. ¿Qué les parecía aquello? Gallardo se descuidaba algunas veces, lo reconocían... ¡pero la tarde que él quería! Aquella tarde era de las buenas.

El 19 llegó al fuerte dicho práctico, y entregando la carta al capitan, sin aguardar mas oficios, despachó con dos partidarios y dicho práctico las cabalgaduras que le pedia: y con ellas, puesto en camino dicho Capitan comandante y algunos de los suyos, llegó al presidio el dia 21, y su equipaje el 24, donde se mantuvo hasta el 26.

Gallardo, sosteniendo en un brazo su capote de faena sin adorno alguno, permanecía cerca de la barrera, junto al tendido de sus partidarios, en una inmovilidad desdeñosa, creyendo que toda la plaza tenía los ojos puestos en su persona. Aquel toro era para otro. Ya daría señales de existencia cuando llegasen los suyos.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando