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Actualizado: 18 de junio de 2025


Ramillete de sainetes escogidos de los mejores ingenios de España: Zaragoza, 1672. Contiene entremeses de Alarcón, Calderón, etc. Rasgos del ocio en entremeses: Madrid, 1661. Verdores del Parnaso en diferentes bailes y mojigangas, escritos por D. Gil de Arnesto y Castro: Pamplona, 1697. Laurel de entremeses, repartido en diez y nueve.

Estoy seguro dijo Rafael que va a ponerse otro nombre más, A. POLO DE MÁRMOL DE CARRARA; y que, sin dejar de escribir contra la nobleza y las distinciones, solicita y obtiene algún cargo honorífico de la corte, como, por ejemplo, CABALLERIZO MAYOR DEL PARNASO. Y al duque, ¿le encontraré en Madrid? No, pero podrás verle al pasar por Córdoba, donde se halla con toda su familia.

»Y por que se celebren y publiquen con la solemnidad que es necesaria, sirviendo de atabales los cuatro vientos y de trompetas el Músico de Tracia , tan marido, que por su mujer descendit ad inferos, y Arión, que, siendo de los piratas con quien navegaba arrojado al mar por roballe, le dió un delfín en su escamosa espalda, al son de su instrumento, jamugas para que no naufragase, et coetus, et Amphion Thebanae conditor urbis ; y pregonero la Fama, que penetra provincias y elementos, y secretario que se las dicte Virgilio Marón, príncipe de los poetas, digan desta suerte: »Don Apolo, por la gracia de la Poesía, rey de las Musas, príncipe de la Aurora, conde y señor de los oráculos de Delfos y Delo, duque del Pindo, archiduque de las dos Frentes del Parnaso y marqués de la Fuente Cabalina, etc., a todos los poetas heroicos, épicos, trágicos, cómicos, ditirámbicos, dramáticos , autistas, entremeseros, bailinistas y villancieres , y los demás del nuestro dominio, ansí seglares como eclesiásticos, salud y consonantes.

Era de ingenio cabalmente entero, Caia en qualquier cosa facilmente Asi en Abril, como en el mes de Enero. Enfin sobre ella el poeton valiente Llegó al Parnaso, y fue del rubio Apolo Agasajado con serena frente. Contó, quando volvió el poeta solo Y sin blanca á su patria, lo que en vuelo Llevó la fama deste al otro polo.

Usaba larga melena, poseía dos estirados ojos semimongólicos, y en la calle marchaba con lentitud y majestad, mirando al público desde las alturas del Parnaso. Siempre llevaba una caña de la India con puño de oro y marfil, como lleva San José en los altares su vara de azucenas, entre el pulgar y el índice de la mano derecha, levantada a la altura del codo.

II de su Viage del Parnaso : «Este que es escogido entre millares, de Gueuara Luys Vélez es el brauo, que se puede llamar quita pesares. Es Poeta Gigante, en quien alauo el verso numeroso, el peregrino ingenio, si vn Gnaton nos pinta, o vn Dauo

Con la esperanza del vencer perdida No hay quien no atienda con ligero paso, Si no á la honra, á conservar la vida. Desde las altas cumbres de Parnaso De un salto uno se puso en Guadarrama, Nuevo, no visto, y verdadero caso. Y al mismo paso la parlera fama Cundió del vencimiento la alta nueva, Desde el claro Caistro hasta Jarama.

La fama póstuma, de Montalván, es más bien un apologético que una biografía, en el cual se entretejen algunas noticias biográficas falsas; no menos defectuoso y escaso es lo que nos dice D. Nicolás Antonio en su Biblioteca nova, y Sedano en El Parnaso español, repetido después en forma de extracto por Bouterweck y Díez; Lord Holland, por último, añade nuevos errores á los antiguos en un libro sobre Lope de Vega.

Teme, y envia á convocar la gente Que sella con la blanca cruz el pecho, Porque en su fuerza su valor se aumente. A cuya imitacion Apolo ha hecho Que los famosos vates al Parnaso Acudan, que está puesto en duro estrecho. Yo, condolido del doliente caso, En el ligero casco, ya instruido De lo que he de hacer, aguijo el paso.

Lope de Vega dice así en El laurel de Apolo: «Aquél en lo dramático tan sólo, Que no ha tenido igual desde aquel punto, Que el coturno dorado fué su asunto. Miguel Sánchez, que ha sido El primero maestro que han tenido Las musas de Terencio.» V. también La Arcadia, lib. V. Viaje al Parnaso, pág. 23.

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