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Actualizado: 7 de octubre de 2025
Pero muy contra lo que sucede en casos tales, en vez de oponerse los unos a que se encaramasen los otros, todos se ayudaban con solicitud, mostrando por anticipado lo que debe ser y lo que será con el tiempo la fraternidad universal. Eh, buen hombre, que se va V. a caer... Deme V. la mano. Caballero, téngame V. por el bastón. No ponga V. el pie sobre la rueda. ¿Quiere V. que nos apretemos más?
Aquella mujer que dormía a pierna suelta después de haber estrangulado, en connivencia con Torquemada, a un infeliz deudor, estaba intranquila ante los problemas de conciencia que le había planteado su sobrino tan candorosamente. Si quería tanto a esa mujer, ¿con qué derecho oponerse a que se casara con ella?
Aunque no pudieran encerrar a Gloria en el convento contra su voluntad, porque las autoridades estaban ya sobre aviso, al matrimonio podía oponerse la madre mientras no fuese mayor de edad.
Se explicaba, en efecto, de este modo y muy sencillamente, el tuteo y la familiaridad entre el médico y la nieta del Marmitón; pero lejos de oponerse, ¿no ayudaba esto a lo otro que yo sospechaba? Apunté, como en chanza, unas indagaciones en este sentido. Igual que si hubiera dado con los nudillos en una peña del monte. Hasta dudé si Neluco se había enterado de ellas.
Pensando en los medios de unirme pronto a Gloria, antes del suceso que acabo de narrar se me había ocurrido una transacción con el maldito enano. Como yo tenía la certidumbre de que éste era el único causante de nuestros males y sospechaba que la razón de oponerse a nuestro casamiento y el empeño de hacer monja a Gloria estribaban en el interés, imaginé que podíamos llegar a un acuerdo.
Se mostró desconcertado el príncipe. «¡Entonces!...» Y se esforzó por descubrir qué obstáculo podía oponerse á su deseo. Si era por las cosas de su vida anterior, él las olvidaba. El príncipe Lubimoff tenía igualmente muchas historias que convenía no recordar... Dejemos en paz al pasado. Tú eres otra mujer.
Julián quiso objetar algo; ¿qué? No lo sabía él mismo. El diminutivo cariñoso usado por la señorita, la febril resolución con que hablaba, le vencieron. ¿Negarse a ayudar a la desdichada? Imposible. ¿Pensar en lo que el proyecto tenía de extraño, de inconveniente? Ni se le ocurrió un minuto. A fuer de criatura candorosa, una fuga tan absurda le pareció hasta fácil. ¿Oponerse a la marcha?
Para oponerse a la insensata determinación de su marido, Doña Francisca no se fundaba sólo en las razones anteriormente expuestas; tenía, además de aquéllas, otra poderosísima, que no indicó en el diálogo anterior, quizá por demasiado sabida. Pero el lector no la sabe y voy a decírsela. Creo haber escrito que mis amos tenían una hija.
La accion del acónito no ofrece el desarrollo continuo de efectos que se puedan comparar á una enfermedad completa y que deba oponerse á los síntomas de la misma en el órden sucesivo de su aparicion.
Y sin embargo, á pesar del daño inmenso que hizo durante tanto tiempo, no es lícito tampoco negar que libró á España, en aquella época, de los disturbios y desórdenes, que destrozaron por entonces á casi todos los países de Europa. Aun valiéndose de medios tan odiosos logró plenamente su objeto, que no era otro que defender el predominio del catolicismo, y oponerse á la extensión de la reforma.
Palabra del Dia
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