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En esto del tedio, hay algo que advertir por lo que toca al banquero, por de pronto. No se divertía don Mauricio gran cosa que digamos; pero de aquella misma insubstancialidad de conversaciones, de aquella pequeñez de concurrencia, sacaba él atrevimientos y familiaridades de que estaba muy necesitado para contrarrestar los invencibles titubeos de su naturaleza.

Toda esa via, cuya longitud total desde Alar es de 133 kilómetros, ha sido emprendida por una compañía anónima de capitalistas de Santander, estimulados por el interes de la industria y el comercio, que no han necesitado del auxilio extranjero en lo relativo á fondos. Y sin embargo, la obra no costará ménos de seis millones de pesos en su totalidad.

Cuando dices que me amas, cuando recuerdas que eres amado, eres dichoso, y entonces amas la vida. ¿No te sientes feliz cuando haces algo bueno, cuando socorres a un necesitado, cuando enjugas una lágrima o das una palabra de consuelo? Pues yo , y también, también, porque eres bueno. Por eso te quiero, por eso te amo. «La última parte de tu cartita me dejó muy contenta de .

Su generosidad y su piadosa misericordia son tan grandes que a veces no sabe decir que no a quien ella cree verdaderamente necesitado y a quien le pide con ahínco. Al mismo tiempo su comprensión de la hermosura es clara y sublime, y se combina con la caridad, y está en su mente unida en apretado lazo con la idea de un fin y de un propósito.

Todos estos antecedentes he necesitado establecer para continuar con la vida de Juan Facundo Quiroga, porque, aunque parezca ridículo decirlo, Facundo es el rival de Rivadavia. Todo lo demás es transitorio, intermediario y de poco momento; el partido federal de las ciudades era un eslabón que se ligaba al partido bárbaro de las campañas.

He necesitado entrar en estos pormenores para caracterizar un gran movimiento que se operaba por entonces en Montevideo y que ha escandalizado a la América dando a Rosas una poderosa arma moral para robustecer su Gobierno y su principio americano.

La generala siguió tomando la cuenta con calma, el semblante pálido, la voz un poquito alterada. Miguel se vio necesitado a salir aquella noche sin sombrero. Esperó un rato en el portal vecino y se metió en el primer coche de alquiler que acertó a cruzar. Al fin la generala cedió a los deseos, vehementemente expresados por su amante, y se confió a la doncella.

La he amparado; la vi muy afligida porque se le había acabado el dinero y tenía que pasar a la sala común. ¡Roer!, ¡un hombre como yo ver esas cosas!... Al momento arreglé con el alcaide el pago del cuarto. Yo soy un hombre generoso, un caballero que sabe gastar las roías pesetas en beneficio del pobre y necesitado... Tu hermana es muy buena y muy señora.

Es imposible que me engañes... ¡A casa, a casa! ¡Qué dirán de ! ¡Virgen Santísima! No dirán nada. Yo tengo imaginado un gran plan... Este plan es el mejor... Tu prima acabará de dártelo a conocer. Al diablo doña María y la de Leiva. Es el jefe de la familia. Ella manda. Ahora mando yo, Inés. Obedece y calla. ¿No recuerdas que en todos los instantes supremos de tu vida has necesitado de mi ayuda?

Esta llanura sin límites que desde Salta a Buenos Aires, y de allí a Mendoza, por una distancia de más de setecientas leguas permite rodar enormes y pesadas carretas sin encontrar obstáculo alguno, por caminos en que la mano del hombre apenas ha necesitado cortar algunos árboles y matorrales; esta llanura constituye uno de los rasgos más notables de la fisonomía interior de la República.