United States or Costa Rica ? Vote for the TOP Country of the Week !


La causa principal de la retirada había quedado oculta. El rey procuró y logró que se ocultase para que su gente no desmayara. Un dardo enemigo había atravesado su muslo derecho. De la honda herida manaba mucha sangre, y el rey apenas podía tenerse en pie.

Fuera del combate de Lepanto, en que, armado de ancho espadón de guzmán, batiose bravamente en la proa de una galera, recibiendo una pelota de arcabuz en el hombro y una lanzada en el muslo, no registraba en su vida otra acción memorable. Pasolo casi siempre en los oficios palaciegos.

-A ese lunar -dijo don Quijote-, según la correspondencia que tienen entre los del rostro con los del cuerpo, ha de tener otro Dulcinea en la tabla del muslo que corresponde al lado donde tiene el del rostro, pero muy luengos para lunares son pelos de la grandeza que has significado. -Pues yo decir a vuestra merced -respondió Sancho- que le parecían allí como nacidos.

Gonzalo ayudó con el hombro. Por fin, después de un vano forcejeo, convinieron en escalar juntos la tapia. Gonzalo apoyó su pie en el muslo de Ramiro y, cuando se hubo encaramado, tendió desde arriba la mano a su rival, ayudándose uno a otro como en los desafíos de los libros caballerescos y como lo hicieran Amadís, Rugero o Esplandián, con su valiente cortesanía. Era una cantera abandonada.

Veíanse allí gabanes aprovechados de un hermano mayor, y tan desmesuradamente largos, que el talle besaba las corvas y los faldones barrían el piso, si ya un tijeretazo oportuno no los había suprimido; en cambio, no faltaba pantalón tan corto, que, no logrando encubrir la rodilla, arregazaba impúdicamente descubriendo medio muslo.

Más lejos, el portante ágil y jacarandoso del campesino andaluz. ¡Por todos los santos de Aragón! ¡qué hermoso está con su amante a la grupa y su airoso traje obscuro bordado en seda negra y encarnada! ¡Y esos millares de botoncitos de oro que serpentean a lo largo del muslo y van a detenerse por encima de sus polainas de piel de camello! ¡Con qué vigor su pie se apoya en el amplio estribo morisco!

Había que ocuparse ahora de los pies, y despojó al lidiador de sus calcetines, dejándole sin más ropas que una camiseta y unos calzones de punto de seda. La recia musculatura de Gallardo marcábase bajo estas ropas con vigorosas hinchazones. Una oquedad en un muslo delataba la profunda cicatriz, la carne desaparecida bajo una cornada.

Al proferir el Imam estas últimas palabras, los asistentes dicen: Amen. Al sentarse procura tambien no hacerlo sobre ninguno de los dos piés, sacándolos por el lado derecho, o juntando con el muslo derecho la planta del pié izquierdo.

El caballero de la barba se obstinaba en mirar a la calle por las rendijas de la persiana, dándose golpecitos de impaciencia en el muslo con el sombrero de copa. Las señoras, sin despegar los labios y con semblante de duelo, paseaban la mirada repetidas veces por todos los rincones de la sala, cual si tratasen de inventariar la multitud de objetos dorados que la adornaban con lujo de relumbrón.

Si nos come delante de algunas damas, tenemos traza para rascarnos en público sin que se vea; si es en el muslo, contamos que vimos un soldado atravesado desde tal parte a tal parte, y señalamos con las manos aquellas que nos comen, rascándonos en vez de enseñarlas. Si es en la iglesia, y come en el pecho, nos damos sanctus aunque sea al introibo.